Capítulo 14: Sonrisa.

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-Wei Wuxian... Tú sabes... ¿Por qué lo llaman Destructor de Núcleos? - El hombre mencionado a su lado, sólo lo miró sin contestar nada; y él mismo, tampoco podía mirarlo, no se atrevía a mirar otra cosa, que no fuera la nada, al frente suyo... En esa habitación, en la que había despertado y que no conocía. Simplemente continuó -Porque sus manos pueden... destruir tu núcleo dorado. - Se sumieron otra vez en el silencio. Sólo el ruido de la naturaleza a su alrededor podía escucharse. – Eso disipa tu poder espiritual, e impide formar otro núcleo dorado; dejándote como una persona ordinaria para siempre. -

             Podía sentir perfectamente como el joven muchacho a su lado, empezaba a respirar de manera agitada. Él mismo también, estaba encontrando bastante difícil respirar sin romperse en ese aquel instante. Todo esto le parecía tan estúpido e irreal, ¿Por qué mierda le estaba sucediendo esto a él? ¿Por qué solo a él? ¿No era suficiente ya con haber perdido a sus padres? ¿Su hogar? ¿Aquellos discípulos que él consideraba sus hermanos y amigos? Pero ya nada podía hacerse.

-Destructor de núcleos...- pronunciaba ausentemente su hermano. -Destructor de núcleos...- volvió a repetir con la voz aún más baja.

                Levantó sus manos agitado y asqueado, la desesperación ya estaba invadiéndolo. Podía sentir como la angustia le nacía desde el estómago, impacientando su pecho, la punta de sus dedos, e incluso llegando hasta sus pies; ¿Qué debía hacer? ¿Qué haría ahora? Su respiración aumentaba en frecuencia.

-Nunca volveré a formar un núcleo dorado...- sus manos empezaron a temblar incesantemente, ya no tenía control de su cuerpo; ni de nada, sólo podía escupir las palabras que brotaban en su mente. - ¡NUNCA MÁS! - gritó, haciendo que su hermano se girara a verlo. La impotencia y el asco estaban haciendo que sus músculos se contrajeran, y el temblor en sus dedos se hizo más latente. - ¡Seré una persona ordinaria por el resto de mi vida! ¡Nunca podré ser el mejor cultivador! - al gritar esto, comenzó a golpear sus muslos sin apartar la mirada de sus manos, tal vez así, golpeándose se despertaría de esta horrible realidad.

                La persona a su lado sujetó sus brazos para tranquilizarlo, y evitar que se siga haciendo más daño; ya que aún no se había recuperado de sus heridas.

- ¡Jiang Cheng! - lo llamó, intentando tranquilizarlo.

                  El chico desesperado se giró y lo miró. Ambos estaban al borde de las lágrimas.

- ¿Sabes? - Respiró fuertemente, intentando calmar el ardor de su pecho y las lágrimas que empezaban a picarle el borde de los ojos, que ya estaban bastante hinchados. -Los núcleos de mis padres... ¡Fueron destruidos por él! ¡Perdieron el poder de resistir, y fueron asesinados por él! - su cuerpo entero temblaba. Con lo poco de energía que le quedaba, empujó a su shixiong, tirándolo de la cama. - ¡¿LO SABÍAS?!-

               Las lágrimas en ambos rostros empezaron a caer.

-Wen Zhuliu... ¡Wen Zhuliu! - gritó. -Me vengaré- murmuró apretando su mandíbula, mientras se levantaba desesperadamente de la cama en la que había estado inconsciente desde que había sido rescatado de las manos de esos genocidas. -Me vengaré... ¡Me vengaré! - caminaba casi a rastras.

-Jiang Cheng...- su hermano mayor lo sujetó de los brazos. Si los gritos continuaban en aumento, seguramente los encontrarían.

- Pero... ¿cómo podría vengarme? Perdí mi núcleo dorado. - negó para sí mismo, y el llanto volvió a atraparse en su garganta. -No puedo formarlo de nuevo... ¡¿Cómo podría vengarme?!- pegó un manotazo para soltarse de quien lo sujetaba.

                 Tal vez se estaba desquitando con la persona equivocada, tal vez y sólo tal vez. Pero eso a él, realmente no le importaba. Ya lo había perdido todo, hasta su propia dignidad como cultivador.

Algún Día (Jiang Cheng x Wen Qing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora