Cuentos Para Niños Grandes

Máscara

Lore iba tan elegante como siempre, con sus gafas montadas en oro rosa, traje ejecutivo y carmín en los labios;
sonreía a todo el que se encontraba de camino al elevador. Allí presionó el botón de la última planta.

Mientras subía, observó su reflejo en el espejo, la sonrisa desapareció y sus hombros cayeron un poco.

Había alcanzado su objetivo: tenía una colocación envidiable en la editorial y, aún así, se sentía desdichada. Estaba tan ocupada que sus familiares y amigos apenas la veían, ya su esposo apenas le hablaba.

Las puertas se abrieron y una Lore sonriente caminó por el pasillo hasta su oficina. Dejó el bolso en la mesa y se acercó a la ventana.

"Cuando era simplemente una escritora y pasaba horas entre tinta y papel, nuestra economía no era la mejor; a fin de mes apenas teníamos algo para los ahorros" —se dijo—. "Ser editora principal ha cambiado eso."

Intentó animarse con ese pensamiento. Pero el fantasma de su sonrisa la perseguía; la foto en su escritorio, donde ella y su esposo besaban a la niña, parecía gritarle que no era feliz.

Volteó la foto para no verla, para que los ojos brillantes de la mujer que había sido dejaran de reprocharle el haber dejado su verdadera vocación.

(No es feliz aquel que hace lo que quiere, sino quien ama lo que hace)

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¡Hola! Espero hayan tenido un lindo fin de semana.

Gracias por leer hasta acá 💕.

La frase del final, que me sirvió de inspiración, fue sugerida por MateoKicha. Gracias ✨.