XXIV

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En la casa de Cáncer, el joven Licántropo se encontraba en la cocina preparándose la cena, silbaba mientras cortaba unas verduras, ignorando la presencia que emergía del marco de la puerta, tampoco notaba como la presencia se acercaba lentamente y le tocó el hombro.

- ¿¡PERO QUÉ CARAJOS?!- grito asustado y dio un salto haciendo que, por accidente, se cortara el dedo índice, aún no era grave la herida, tenía un gran corte en el dedo y la sangre comenzaba a salir.- Ay, la put...

- Maldición, Capricornio. Lo siento, no quería asustarte.- el menor volteó y vio a un nervioso y preocupado Cáncer, colocándose a su lado y agarrando su mano para ver la "mortal" herida.- De verdad, lo siento, lo siento mucho.- se disculpaba, mientras envolvía la mano con un trapo que tenía cerca.

- Estoy bien, no pasa nada, pero tienes que dejar de asustarme, que a la próxima te voy a golpear.- dijo entre risas, pero dejo de reír cuando notó la cara de tristeza del Vampiro.- Ya, ya, en serio, no es nada, solo necesito una venda y estaré bien.

- Bien, ven, siéntate.- guió a Capricornio hasta la silla y lo sentó en ella.- Espera aquí, ya vuelvo.- luego de pronunciar esas palabras, salió de la cocina.

- Ok...- el joven Licántropo se quedó mirando su mano envuelta, mientras esperaba al pelinegro.- Espera... "¿No intentará...? No, no, claro que no, eso sería raro... Pero si lo intentará, no sé como reaccionaría... Ay, no, mejor dejo de prensar en eso y punto."- pensó lo último, meneando la cabeza a los lados, en un intento de dejar esos pensamientos a un lado.

- Ya volví.- apareció Cáncer, con una caja en la mano, se sentó en la silla frente al otro.- ¿Me permites ver tu mano, por favor?

- "Por favor, no hagas nada raro". Bien, trátame con cariño.- le extendió su mano y Cáncer la agarro con delicadeza, y comenzó a retirar el trapo.

Cuando quito el trapo, el Vampiro se quedó mirando la herida y la sangre que brotaba de ella, Capricornio se estaba poniendo nervioso, su nerviosismo aumentó cuando notó como los ojos de mayor se dilataban, ya pensaba que Cáncer iba a perder el control y le clavaría los colmillos en su cuello.

- Sea lo que sea que estes pensado, no va a pasar.- dijo con calma, mientras empezaba a limpiar la herida.

- ¿Yo? Pfff, yo no estaba pensando en nada.

- Estoy seguro que pensaba que saltaría sobre ti a morder tu cuello, ¿no?

- ... No...- respondió, desviando la mirada.

- Si, claro.- no le creyó y continuó con su tarea.- No debes preocuparte, no voy a perder el control.

- Lo sé, solo estaba un poco... Ya sabes... Nervioso, quiero decir, nunca estuve con un Vampiro...- se aclaró la garganta. Aún manteniendo la mirada hacia otro lado.

- Lo entiendo, descuida.- envolvió el dedo con una venda, con bastante cuidado.- Ya está listo.- anunció, soltando su mano y guardando las cosas en la caja.

- Yo... Em... Gracias.- agradeció algo apenado.

- No tienes que agradecerme, sino te hubiera asustado, no te habrías cortado.- respondió con culpa.

- Eso ya no importa, ya está en el pasado.- lo miro y le sonrió, el mayor respondió de la misma manera, un poco más aliviado y menos culpable.- ¿Sabes? Por un momento pensé que limpiarías la herida, metiendo mi dedo en tu boca.- comenzó a reírse por su disparado pensamiento, pero dejo de reír, cuando notó la mirada pícara del otro.- ¿Q-qué?

- ¿Querías que hiciera eso?- sonrió pícaramente.

- ¡¿Ah?! ¡N-no! ¡Solo lo pensé!

- Claro, ahora se que a la próxima, haré eso.- se burló.

Enamorado del enemigo. (Zodiaco Gay).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora