1- To the heaven

106 7 2
                                    

[El grupo de mensaje de texto]

ERay McQueen: ¿No habéis pensado en quedar por la noche?

LimLim⭐: Ya cenamos juntos una vez y Thi salió corriendo porque le tirasteis un vaso con cola a la cabeza. :(

Thi06: Illo, no vuelvo a cenar con vosotros.

Gatix: No nos esperábamos que lo hicieras, te mojaste el pelo y parecías Liam después de una ducha.

lina_yutu: ¿Cómo sabes cómo es Liam después de una ducha?

LimLim: Qué.

{Lagorksito ha entrado al chat}

ERay McQueen: LAGORK SOY FAN. 🥺

Lagorksito: 😘😘😘

LimLim: Como decía... Os puedo invitar a mi casa.

Gatix: Puedo ayudarte a preparar las cosas si quieres, no creo que ninguno más de estos homúnculos vagos de aquí piensen en levantarse de su asiento.

Thi06: ¿Y tú si?

Gatix: No, pero me quiero hacer el interesante.

lina_yutu: Solo quieres pasar rato con él.

LimLim: Mira, me da igual, mientras sea él quien saque la basura, como si quiere venir a molestarme.

LimLim: Igualmente, como decía, mi padre es alcalde y no estará en casa, si os aburrís, podemos contar historias de miedo.

Thi06: Vale Liam, gracias por decirlo, ahora Lynn ya no viene porque se ha cagado. 

lina_yutu: Ojalá no tuvieras razón.

ERay McQueen: Yo digo que vayamos, nos lo pasaremos bien.🐈

LimLim: Lagork, ¿tú que opinas?

Lagorksito: Vale, ¿pero hay mosquitos?

{LimLim⭐ ha salido del chat}

Lagorksito: ¿Eso es un si o un no?

Estaba esperando tranquilamente en la puerta de mi casa. Mi padre se iba sin decirme ni siquiera adiós, no creo que se entere de que mis amigos vendrán esta noche. Mientras pensaba en cada cosa que podría salir mal, veo a un chico de pelo albino con ojos azul cobalto correr con un paraguas hacia mí.

[...]


—A-AH —el chico albino rápidamente se adentró en mí casa y bajó el paraguas.

—¿¡Cómo se te ocurre venir corriendo!? Gatix, te acercas a la muerte tú solo.

—Yo... —rió levemente al verme tan alterado.

—No sé que te hace tanta gracia —me cruzé de brazos.

Me acarició el pelo y volvió a soltar una risa bastante leve pero audible.

—¡No tienes que enfadarte si estoy bien!

—No vuelvas a hacer eso.

—Sí, sí... —rió.

—Ya, deja de acariciarme me voy a quedar dormido... —bostecé.

—Y deberías hacerlo.

—Y tú no deberías venir corriendo por la calle en plena tormenta —dije riendo con sarcasmo—. Podrías haber venido después, aún faltan dos horas.

¿Te ves en el espejo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora