20- We're still in heaven.

14 1 1
                                    

La brisa humeda de la lluvia entraba por la ventana.

Yo no soy un moustruo.

...

Presioné el binder bajo mi camisa.

Yo ya era visto como uno.

Sonidos de la sirena de la ambulancia...

—¡Lynn, por favor! —gritaba Alejandro.

Lynn...

Y cuando menos me lo esperaba...

[...]

Cómo odio el olor de los hospitales, me enferma.

—Miguel, deja de pellizcarme el brazo, por favor —suspiraba Thiago.

Me duele.

Alejandro lloraba del pánico.

Miré al suelo.

Alguien salió de la habitación 1602.

—¿Evelyn? —mencionó una mujer vestida de enfermera.

—¡Aquí! —se alzó rápidamente el de las gafas.

—En estado crítico, pero está viva; sobrevivirá.

Sí...

Sí.

—¡Sí! —gritamos a la par.

Las lágrimas de todos corrían bajo nuestras barbillas.

Nos dejaron pasar a la extensa habitación donde solo había una una camilla en la cual estaba ella.

Ella.

—¡Eve! —corrió Alejandro hacía ella.

Seguido, Thiago.

Miguel.

Y yo.

Todos estábamos ahí, abrazando a nuestra amiga, llorando por el pánico mezclado con la emoción de tenerla viva.

—Lynn, lo siento —repetía el de las gafas, el más alto y mayor de los cinco.

Lo sentía, estaba desesperado por un perdón,  por que una palabra saliera de sus labios, él mismo creía que no se lo merecía, que no podía tenerlo.

Y entonces...

—No eres culpable.

Lloró.

Intentó aguantar sus lágrimas, pero igual que abrazamos con cariño a Lynn, lo hacíamos también con él.

Mi móvil sonó.

Me alejé un tanto de el grupo y lo desbloqueé.

["My sunshine"]

«Oye Liam.»

«¿Si?»

«¿Podemos hablar?»

«Evelyn esta viva.»

«Ya, no lo digo por eso.»

«Ajá.»

«Creo que es mejor para ti que ya no estemos juntos.»

«Como desees, pero no mientas por mí deseando ser yo en tus frases.»

//Bloqueaste a este contacto.//

Las lagrimas caían en la pantalla de mi teléfono.

No estoy seguro de si lo tiré a propósito al suelo.

Pero, eso no importa.

—Liam.

Espera. Alejandro.

—Lo has hecho muy bien.

...

—Todo está bien ahora —él seguía.

Todos estamos bien ahora.
Un espejo siempre será
el reflejo exacto de una realidad.
contado tal cual tus ojos deseen.

—Gracias Ale, te amo.

El tiempo corre, aunque tú te pares, eso no significa que lo hayas perdido.

Me dio una bonita sonrisa.

—¿Cuando le den el alta a Lynn nos vamos a celebrarlo, no? —mencionó Thiago.

Por muy tentadora que sea la muerte, jamás será una solución a ningún problema, no necesitamos acabar con una vida, eso no solucionará nada, solo hará que aquellos problemas jamás se puedan arreglar.

—Thi, de copas, ¿no? —soltó Miguel

Podemos tener solo dos manos, pero las suficientes para tener un libro entre ellas, dar un abrazo, o agarrar algo de valor sentimental.
No es tu culpa cometer un error.
Es tu culpa si quieres dejarlo como fracaso, para hacer daño.

Eve rió.

Porque ni el mismo demonio, ángel caído del cielo, tuvo jamás la culpa de ser visto como soberbio.

—Hey, chicos.

Suspiré.

Agarré mi móvil y lo alcé para hacer una foto.

—Hasta que la muerte nos separe.

Así de juntos pensamos estar.

Fin

¿Te ves en el espejo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora