14- El pasado del chico del tiempo

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Oh pequeño chico.

Cruel ángel que te bajó al infierno sin remordimientos.

Te convirtió en un demonio precioso.

La agonía la absorbió.

[...]

Mientras Liam volvía a la biblioteca, se percató de que le faltaba algo, no se paró dos segundos hasta que miró hacia atrás y vio dos personas con uno de los cordones de sus zapatos.

—¿Oh, quién es este chico esmeralda?—se burló de una silueta con cabello verde menta.

seguido escuché otra risa un tanto más aguda que provenía de atrás de aquel.

—¿Has perdido el sentido en tus pies?—se hizo ver, una silueta de cabellos morados.

—Se puede saber cómo-

—¿Cómo hemos llegado aquí?—rió una voz soñadora muy cálida y suave.

—Exacto, Eso quería decir—solté, aún dudando de mi propio conocimiento, pero aquí ya nada me extrañaba, estoy realmente raro—¿Por qué los cordones de unos zapatos?

—¿Por qué te preocupaste por ellos? Eres tú el que miró hacia atrás en el momento.

Suspiré, absorto en mis propias palabras, sin una sola energía más para seguir aquella conversación toque a la puerta para esperar que Lagork me abriera.

—Oh espere, sabemos que te cansaste de nuestro juego, pero, toma esto—me dieron los cordones y una papela.

Rápidamente vi como corrían a quien sabe donde con risas vacilantes.

—Bienvenido de nuevo. ¿Tienes algo nuevo?—dijo Lagork mientras abría la puerta con un café en otra de sus manos y un candelabro en otra.

—Pasé con cuidado para evitar que el candelabro o una de las manos de Lagork me diera en la cabeza; mi altura no ayudaba—Unas... ¿personas? me pararon de la nada y me preguntaron sobre si me apetecía ir a un circo y..

—Ah si, Los hermanos Lee—Dijo aún mirando la papeleta que tenía en las manos.

Dudé de sus palabras y lo volví a mirar.

—Son los hermanos que llevan el circo, siempre han sido lo suficiente sorprendentes hasta para sus propios anuncios.

—Sonreí—¿Es un circo? parece interesante.

—Puedo llevarte si quieres—Alborotó mi cabeza—Hablando de el cielo falso del cementerio...¿Que ocurre con Eray?

—¿Era...? oh sí, fuí a su cafetería a preguntarle algo que descubrí y uno de sus empleados me dijo que estaba en el hospital...

—¿Y bien?—Esperó él a que siguiera hablando.

—¿Selwyn?—Me miró extrañado.

—Mhm, creo que sabrá algo de mis amigos.

—Posiblemente...—Suspiró—¿Tanto piensas arriesgarte?

—Le miré y fruncí el ceño—Pienso hacer, lo que tenga que hacer, si eso los salva.

—Me gusta esa actitud, me recuerda a alguien.

Solté mi bolsa por allí y ordené mi pelo.

—¿Por qué Eray está en el hospital?

—Uh, no pude llegar a preguntar, perdón.

El hombre de ojos rojos como rubíes rió tranquilamente.

—No creo que haya sido algo muy grave, puedo...—Se corto al hablar—Bueno, podemos estar tranquilas.

—Supongo... bueno, también había una chica—Y a partir de ese punto apenas Lagork me estaba escuchando ya que él se había alejado buscando algo en el armario de aquella habitación.

¿Te ves en el espejo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora