—Kate... —su cabellera está revuelta entre mis piernas, en el lugar en donde la he sentido sin que necesariamente me toque. El lugar en donde la he querido desde que me dejé consumir por ella.
—Te dije que te haría mía de todas las formas posibles —sus hipnotizantes ojos me buscan y debo decir que la vista es magistral; ella entre mis piernas y su mirada cargada de lujuria—. Te amo tanto, Ivy.
—¿Ivy?
El sonido de mi teléfono me despierta de esa horrible pesadilla y no podría estar más feliz. Me volteo buscando el aparato sobre la mesa de noche. Max aún duerme plácidamente. Veo una llamada perdida de mi madre. La preocupación crece cuando veo la hora, seis de la mañana. Marco de vuelta, pero de inmediato me manda al buzón. Estoy por intentar de nuevo cuando la llamada entra.
—¿Mamá?
—Oh, cielo, lo lamento mucho. Guardé el teléfono sin bloquearlo y te marqué por accidente —la preocupación se desvanece y rio bajito.
—Gracias a Dios por eso.
—¿Estás bien?
—Sí, estaba teniendo una horrible pesadilla, tu error me salvó del trago amargo —llevo una mano a mi frente, aun sonriendo por la situación.
—Aprovechando la ocasión, ¿por qué no vienen a cenar a la casa?
—¿Tu increíblemente ocupada agenda está disponible?
—Mi agenda siempre está libre para dos de mis tres amores. Me encantaría verlas.
—También nos encantaría verte, mamá. ¿Quieres que lleve algo?
—A tu novia.
—¿Qué? —digo dos tonos de voz más alto de lo normal.
—Ya me oíste, es hora de que me presentes con ella formalmente.
—Ya sabes qué pasa entre nosotras, ¿para qué...
—Soy una mujer de costumbres más antiguas que yo. Así que quiero hablar con la persona que le quita horas de sueño a mi hija mayor.
—Ella... no...
—Por favor, es joven y te desviste con la mirada cada vez que están juntas. Esa cama debe estar en llamas —siento mis mejillas arder.
—Definitivamente no llevaré a Kate si esta será la línea de conversación —escucho a mi madre reír.
—No sabes cómo disfruto tomarte el pelo.
—Muy linda —digo en tono juguetón—. Llevaré el postre.
—Ese postre es sólo tuyo —vuelve a reír—. Yo quiero pastel.
—Eres aborrecible.
—Rimbombante, pero inefectivo, señorita academias. Te veo más tarde.
—Hasta más tarde, mamá —niego con la cabeza y me levanto a tomar una ducha antes de prepararnos para la escuela. Esta será una noche memorable.
~
Como siempre, y como ha sido en los últimos meses, el sonido de mis tacones retumba en los pasillos junto a algunos murmullos de alumnos que ya se encuentran ahí. Noto algunas miradas curiosas, quizá se dieron cuenta de lo que pasó con la ex de Kate. No le doy mucha importancia y sigo caminando. Al llegar a la oficina que comparten mi novia y la dulce Peggy veo un enorme candando que mantiene las puertas cerradas, en éstas pintado con rojo la palabra "ramera". Parece que los estudiantes salieron de su escondite y me encuentro rodeada por ellos en cuestión de segundos.
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Ánima
FanfictionLa vida de Natasha ha dado muchos giros a lo largo de sus treinta y dos años. Ocho años atrás se caso con Wanda, su mejor amiga, confidente y alma gemela; poco después recibieron a Max, su preciosa hija. Apenas unos meses más tarde de la llegada de...