Capítulo 19 | Respuestas.

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Tras el pasar de los días, Jongho había tomado la decisión definitiva de no volver.

¿Y Eun? No lo había llamado en lo absoluto. Y sería una mentira decir que aquello no le afectó a Jongho. Doyoung se limitaba a reconfortarlo, sabía que el menor no cambiaría de opinión y no tenía más opción que apoyarlo en todo.

Fue un proceso sencillo al inicio, después de todo, cuando estamos enojados es más fácil tomar decisiones complicadas. Sin embargo, las cosas se tornaron peores cuando Jongho se dio cuenta de que no estaba disfrutando de la comodidad de vivir con su pareja como debía ser, pues constantemente estaba pensando en cómo la estaría pasando su mamá.

Fue una semana llena de cambios, pero que en vez de ayudarle a enfriar la cabeza, lo hacían estresar mucho más.

—¿Estás seguro de esto, Jongho? —preguntó la profesora.

—Sí.

—¿Puedo saber la razón?

Jongho suspiró, buscando la manera más sencilla para explicar su inconformidad.

—Me he dado cuenta de que es un tema muy vago. Siento que estoy perdiendo el camino de mi hipótesis.

Además me recuerda la razón por la que discutí con mamá. Quiso decir.

—Entiendo tu punto, Jongho —dijo la profesora—, pero es una investigación muy buena. Ya llevas más de la mitad del marco teórico, no puedes abandonarla así. Te tomará mucho tiempo comenzar desde cero.

—No me importa.

De no ser porque Jongho parecía inseguro de sus propias respuestas, la profesora le hubiera permitido hacer cualquier cambio.

—No puedo permitirlo —negó—. Si logras comprobar tu hipótesis y obtienes las propiedades medicinales de las flores de cerezo, esto sería digno de una mención honorífica, ¿tienes idea de la magnitud de tu investigación?

—El problema es que ya no puedo sostener esa hipótesis.

—¿Y por qué no?

—Siento que nunca tuvieron dichas propiedades, me estoy basando en la experiencia de un soldado veterano. Estoy avanzando con un boleto de lotería que no ha sido rayado.

—Jongho —dijo desesperadamente—. No importan los resultados, importa el proceso. Haces una hipótesis, la sostienes, la compruebas y arrojas una conclusión. No es tan complicado, vas por buen camino.

Con esa respuesta, se dio por vencido y terminó tomando un autobús de regreso al departamento de Doyoung.

Jongho parecía acorralado por su propia cuerda. Él sabía que el problema no era su hipótesis, era el gran dolor de cabeza que le causaba hacer dicha investigación. De alguna manera, encontraba resentimiento en lo que alguna vez consideró interesante. Las conversaciones con el señor Kim le habían dado más información de la que esperaba y por culpa de ello, terminó enfrentándose a su madre, quién sin tacto alguno, le demostró que jamás tendrían una relación de confianza.

Mientras caminaba por la acera, tuvo una espontánea idea que jamás consideró porque no la creía necesaria. Sin embargo, era justo lo que necesitaba.

¿Hola? —contestó una voz ronca.

—Hola, papá. Soy Jongho —habló con inseguridad.

La línea se mantuvo en silencio unos cortos segundos hasta que un sollozo apenas audible salió por el altavoz.

¿Hijo? ¿Tú de verdad me estás llamando?

Fantasma de ti-sanwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora