Alexia
Mapi me había acompañado. Nunca se lo hubiera pedido, ella nunca se hubiera negado. En silencio, simplemente vino a buscarme y me sonrió forzadamente mientras daba mis primeros pasos torpes con unas muletas prestadas. Y lo agradecí enormemente, sobre todo cuando las puertas del ascensor se abrieron y tras el cuerpo de mi amiga podía ver una cámara gigante enfocándome directamente.
Fue la primera en salir y la única de las dos en mirarles. Pasé por delante de ella siguiendo la dirección que una mano en mi espalda me dictaba y al ver que me encontraba era la primera cara de la comitiva miré a ambos lados, huyendo todavía del contacto directo a la lente.
– ¿A dónde voy? –pregunté tratando de sonar natural, como que la presencia de los medios en aquel momento no me perturbaba de la forma en que lo estaba haciendo.
De nuevo, una mano me guió hacia donde debía seguir mi camino y continué, con torpeza, avanzando metros lentamente.
Todo estaba en un silencio ensordecedor, dejándome escuchar el golpeteo de las muletas contra la baldosa y sentir todos los estímulos del abandono de la concentración, para que me atormentaran perfectamente claros en los próximos días.
–Te voy a vigilar, para que no te escapes. Te conozco ya.
Sonreí. No fue la sonrisa más grande que había esbozado en la vida, ni siquiera podría decir a ciencia cierta que se calificara como eso, una sonrisa, pero mis labios se curvaron y mis ojos se achinaron por un momento. Siempre sabía lo que decir.
Y nada más ese momento fugaz terminó, volví a sentir el ruido de las muletas, esta vez contra el pavimento.
– No me iría muy rápido, eh, como para escaparme.
No dijo nada más. Me siguió de cerca, me miró con cuidado. Yo seguía en primer lugar, avanzando poco a poco cada vez que la cámara me dejaba pasar. Había una furgoneta esperándome. Ni siquiera fui capaz de subir por mis propios medios. No pintaba bien.
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Sería capaz de renunciar a todo - Alexia Putellas
RomanceEs difícil encontrar la forma en la que todo encaja en su lugar una vez está roto, incluso si un cirujano te da un primer empujón bastante notable. La recuperación de Alexia avanza con esperanza. Su rodilla está respondiendo muy bien a la rehabilita...