Capitulo 30

1.7K 295 47
                                        

"Welcome back to the game" susurre

Ellos estaban pasmados mirándose el uno al otro, sin embargo, no tenía miedo, estaba seguro de que chay me pertenecía 

En el momento menos esperado, pero a su vez, el más oportuno, Chay se desmayó.

Kim lanzo su preciosa guitarra al piso, entonces me dí cuenta que estaba dispuesto a abandonar hasta su último contrato por el Mocoso que ahora estaba perdido por mí.

 Se bajó del escenario y corrió hacia nosotros.

Me adelanté y cargué a Chay en mis brazos

Me dirigí a la habitación y como era de esperarse... Kim nos siguió

Lo acosté sobre la cama, lo cubrí cuidadosamente con una manta y me senté a su lado

Porsche: Macao confío en ti para que lo cuides. Yo iré a tranquilizar a los invitados— Salió corriendo desesperado de la habitación

Ese era mi momento para brillar y poder ver a Kim cara a cara cuando se destruya

Tomé la mano de Chay, mientras analizaba las expresiones de Kim de reojo 

Chay empezó a moverse

Macao: Amor, por fin despiertas

Porchay: Quito...¿Que pasó? — preguntó frotándose los ojos mientras intentaba levantarse

Porchay:¿Que haces aquí?— preguntó mirando a Kim

Dios, era indescriptible la satisfacción del momento 

Kim: Pues te desmayaste.... Y me preocupé— Respondió nervioso mientras rascaba su nunca

Porchay: Ya estoy bien. Ahora sal a tocar y entretener a los invitados. Para eso estás aquí ¿No?— Su tono era frío y distante. 

"Eso es Chay, estás haciendo todo el trabajo por mí"

Macao: Rey no le hables de esa forma. Vino preocupado y con buenas intenciones

Le mostraba a Kim que yo le daba las cosas que él nunca pudo

Porchay: Necesito hablar a solas con mi novio un momento. Iré a ver tú espectáculo más tarde-  su tono cambió y mi felicidad desbordaba 

Kim salió con sus ojos llorosos y sentía que era capaz de brincar de alegría

Macao:¿No has comido nada, uh?— Pregunté, mientras suavemente quitaba el pelo que tenía Chay en su cara

Porchay: No es eso.... Si comí — Respondió avergonzado

Macao: No mientas. De lo contrario ¿Por qué te desmayaste?— Seguía hablando con ternura

Porschay: Solo pasó, pero....— Chay se levantó y se sentó a mi lado mirándome a los ojos

Tomó mi mentón y depósito un beso húmedo, pero rápido en mis labios.

Separó nuestras bocas, pero dejó las frentes unidas

"Te prometí que no te lastimaría y aún lo mantengo"— Susurró Chay sin aún alejarse

"Ahí está. Por fin llegó el momento de que la promesa haga efecto"

Yo lo abracé para poder sonreír sin que lo notara 

—¿Por qué me dices eso ahora? ¿Qué está pasando mi rey?

Quería ver como manejaba la situación y sus sentimientos por Kim

—Te amo...— Dijo entre dientes

"Cerraste la única puerta por la que podías escapar"

Rompí aquel abrazo, y tomé su rostro entre mis manos con fuerza 

Agarré su mano e hice que se pusiera de pie

Lo acerqué a mí y lo senté en mi regazo

Me aferré a su cintura.

El menor me abrazó por el cuello y colocó sus dos piernas al rededor de mi cuerpo

Después de unos segundos saqué el rostro de Chay de mi cuello y lo puso frente a mí

Le dí varios besitos por toda la cara y Chay río de felicidad

—Te amo— Dije con dulzura

Tenía que mantener engatusado a Chay

—Yo te amo más— Respondió

—Ahora vamos fuera. Es tu fiesta

Estas cosas no tendrían sentido si se hicieran lejos de la vista de Kim

Él se iba a levantar, pero no lo permití

Me aferré a él con más fuerza y me puse de pie cargándolo

Porchay: Bajame— Dijo haciendo berrinches y pucheros, mientras me daba pequeños golpecitos suaves

Macao: ¿Por qué debería?— Pregunté mirándolo a los ojos

Bajar así sería una carta bien jugada

Porchay: Porque de lo contrario...— Envolvió sus manos en mi cabeza y empezó a acariciar mi pelo.

Se acercó a mí poco a poco hasta que la distancia entre nuestros labios era nula

Muak

Le di un beso rápido , acomodé a Chay con un pequeño brinco y abrí la puerta con los pies para salir de la habitación

Porchay: No podemos bajar así

Macao:¿Por qué no? Después de todo eres mío

Me daban ganas de vomitar, pero eso no afectaría mi plan

Porchay: No digas eso... Me sonrojo— Chay volvió a esconderse en mi cuello de tratando de no verme a la cara

Macao: Bueno, ya no te molesto

No iba a insistir, mi paciencia no lo permitiría 

Bajé a Chay. Tomé su mano y nos dirigimos a la fiesta

Gracioso ,si, pero no gracioso de risa, gracioso de raro

mentiras blancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora