mentiras blancas

Capitulo 33

Me desperté, pero me llevé la sorpresa de que el mocoso no estaba en la habitación. Era algo realmente bueno, me dió tiempo para poder respirar de su presencia

Al cabo de los minutos Vegas y Pete llegaron a la habitación, pasé un buen momento con ellos. Me trajeron unas frutas, así que las comí feliz

Cuando menos lo esperaba, Chay entró por la puerta y caminó hacia nosotros

Inmediatamente lo vieron, Pete levantó a Vegas de la cama y se fueron al sofá de al lado

Él se sentó en el lugar que dejaron libre

—¿Cómo amaneciste?— Preguntó

—Bien, pero...¿A donde fuiste esta mañana?

No me importaba en lo más mínimo, pero por lo menos lo haría por cortesía 

—Solo estaba comprando el desayuno, pero creo que ya no será necesario — Dijo, para luego poner la funda sobre la mesita de al lado

—No, rey... No digas eso— Respondí, entonces tomé la comida

—Si lo compraste, obviamente lo voy a comer— Acomodé la bandeja en mis piernas y empecé a poner los alimentos encima

No podía creer que compro puré de verduras, si iba a traer desayuno, mínimo se hubiese esforzado en elegir el menú 

Mientras comía con disgusto, Vegas y Pete nos interrumpieron

Pete: nosotros tenemos que ir a cuidar a Venecia

Vegas: Lo dejo en tus manos, cuídalo bien

Ambos salieron de la habitación murmurando entre risas

De repente ví a Chay levantarse de su lugar, así que intenté detenerlo

—¿A donde vas?— Pregunté agarrando su brazo

—Solo quiero ir al baño—Respondió con una sonrisa

Inmediatamente lo solté y asentí varias veces

Este niño está ocultando algo y necesito averiguar que es...

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Desde la habitación podía escuchar como balbuceaba y discutía consigo mismo, pero no pude entender con exactitud lo que decía

Escuché la puerta del baño, así que fingí ver la tele. Ni siquiera me percaté de lo que había ahí

—Amor ¿Por qué miras eso?— Preguntó con ternura

Dios, tenía que ir a parar en un programa para niños, estos días estoy haciendo cosas que nunca imaginé

—Es super entretenido. Siéntate a mi lado. Vamos a mirar juntos— Respondí dando palmaditas en la cama sin voltear a verlo

—Estem... Yo... Tengo que ir a casa por unas cosas. Me bañare y volveré ¿Puedo?— Preguntó rascando mi nuca

—Rey no me tienes que pedir permiso. Si estás cansado, tienes todo tu derecho de descansar, pero ven para la noche. Hoy si vamos a dormir— Dije riendo mientras aún veía la tele

No puedo dejarlo demasiado tiempo a solas, Kim me dió una sorpresa, no quiero que este chiquillo lo haga también

—¡Macao!— Exclamó avergonzado

Me reí como respuesta. Le eché una mirada. Lancé un beso y volví a lo que hacía anteriormente para no morir de vergüenza

Chay salió de la habitación y yo me quedé algo preocupado