mentiras blancas

Especial

P.O.V: Porsche

Estaba sentado en el mueble de la sala con los ojos llenos de lágrimas.

Pensaba en los momentos que pasé junto a chay. Ni siquiera pude verlo por última vez o despedirme.

No tuve la oportunidad de mirar siquiera su cuerpo muerto, pero era mejor así. No soportaría ver a mi sangre metida en un ataúd.

Agradezco que Khun se haya encargado de enterrarlo junto a mi padre y Kim. Yo no tengo valor ni fuerza suficiente para lanzar tierra sobre lo que una vez fue mi felicidad completa

Mi corazón estaba literalmente partido en pedacitos. Mi vida se fué junto a la suya.

Chay no sabe el dolor que dejó dentro de mí.

Cuando llegó la noticia me destruí por completo. No lo podía creer en lo absoluto. Mi mente me hizo pensar que era una broma de mal gusto o que tal vez solo estaba escuchando mal.

Mi cerebro se confabuló con mi corazón, para entrar en un estado de negación, el cual me decía que Chay estaba realmente vivo.

Que él iba a entrar por la puerta con su característica sonrisa y me diría que solo me jugó pesado conmigo. Si eso pasaba, no lo regañaría por hacer esas cosas, solo lo abrazaría... Cómo me gustaría poder aunque sea sentir su calor otra vez

Estaba absolutamente hundido en el desespero. Un dolor nunca antes sentido.

Siempre tuve miedo de que me pasara algo y dejar a Chay solo en la tierra. Nunca pensé de que mi hermanito se iría primero y me dejaría con este sufrimiento intolerable.

En mi existencia quedó un hueco. Uno insaciable. El cual hará de toda mi vida un hoyo negro que eventualmente me consumirá por completo.

Estaba seguro que después de perderlo a él, mi cuerpo no respiraría por demasiado tiempo.

No puedo vivir sin aquel chico que me llenaba de regaños cada vez que se preocupaba. Que tomaba una guitarra en sus manos y rompía todas las cuerdas intentando hacer música.

Ese chiquillo que corría por toda la casa llenando de risas el vacío que dejaron nuestros padres

Nunca olvidaré como dibujaba las paredes y luego culpaba al piano.

Sus ojos profundos y llenos de inocencia que podían cautivar a cualquiera.

Esa pisca de alegría, que lo convertía en luz en medio de cualquier oscuridad

Una persona imposible de no amar.
Un niño lleno de comprensión, de vida e ingenuidad.

No existen palabras para describir el cariño que le tenía a la persona que ahora lo más probable me esta limpiando las lágrimas desde el cielo

"¡Te amo!" —Grité esperando a que chay me oyera en cualquier lugar que esté

"Siempre lo hice. Te regañaba, pero no te imaginas lo que daría porque en estos momentos yo esté en esa caja y no tú"— Susurré para luego romper en llanto

Sabía que él quería que yo fuera fuerte, pero no podía

Él era mi sustento, mi todo. Sin él simplemente la vida no tiene sentido

Me levanté del mueble dónde estaba sentado y me dirigí a su habitación

No había entrado allí, pero creo que ya debía hacerlo

Observé alrededor y no pude contener mis lágrimas. Caminaba por aquel lugar, mientras mojaba en piso con el agua que salía de mis ojos

Me acerque a su escritorio y saqué las fotos que él tenía guardadas ahí

Comencé a mirarlas una por una, y un sentimiento de nostalgia llenó el lugar

Siempre te ponías esa camisa de cuadros— Susurré son una sonrisa triste, mientras aquel líquido caía sobre la distintiva foto

Seguí a la siguiente foto, pero me sorprendió ver un papel allí dentro....

Lo abrí inmediatamente. No sabia el porqué, pero tenía un sentimiento que oprimía mi corazón con respecto a esa nota

"No fué suicidio, sino asesinato"

Tenía los ojos llenos de lágrimas cuando leí aquel mensaje. Lentamente mi dolor se tornó a enojo.

La furia me cubrió por completo y fuí cegado por las ganas de venganza.

No me importaba en lo más mínimo quién lo había provocado. Solo necesitaba llenar mis manos de la sangre que me quitó a lo único que tenía

Sin importar su nombre o antecedentes. Necesitaba destrozarlo. Destruir a la persona que me arrebató mi vida entera.

Yo amaba a Chay más que a nadie. Lo crié a base de sudor y dolor, como para que alguien solo se lo lleve.

Fuí participe de sus primeras palabras. De sus primeros pasitos e incluso de todos sus logros.

Celebre todos sus cumpleaños y buenas calificaciones. Fuí a todos los eventos de la escuela donde participó. Me saqué el corazón con la mano, para darle de comer.

Yo fuí padre y madre para él. Sin embargo, a "ese alguien" no le importó. No pensó en el dolor y hueco que dejaría su muerte en los vivos.

El dolor me consumía por dentro y era insoportable. Sabía que no podía volverlo a la vida, sin embargo, era capaz de matar y torturar, para que él descanse en paz.

No dejaría que se retorciera en su tumba sabiendo que murió de manera injusta.

Aún si tuviera que morir, lo único que pediría es ser enterrado a su lado, pero aún corriendo el riesgo de pasar lo mismo que él. Debía hacerlo

Si tuviera miedo a morir; Desde el primer día no hubiera aceptado entrar a la mafia. Solo me restringía por él, pero ahora ya no está... Así que no hay nada que me detenga ahora

Tenía que hacer justicia con mis propias manos. Aún si eso incluía dejar todo este imperio.

"Tu muerte no se quedará así... Mi niño"— Susurré