mentiras blancas

Capitulo 34

Macao: Chay....

Porchay:¿Si?— Preguntó tomando mi mano

Macao: Tenemos tiempo sin salir juntos ¿Te parece si vamos al cine?

Para esos momentos desesperados, necesitaba medidas desesperadas. Devolverlo al "primer amor"

Porchay: Estoy completamente de acuerdo

Macao: Bueno. Ven y te cuento como me fue en el campamento

Ambos nos sentamos tomados de la manos a hablar. Él se veía cómodo y como si me extrañara, pero aún así, algo dentro de mí me gritaba que Chay estaba hundido en Kim

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Habían pasado exactamente dos meses desde "ese día". Todo iba marchando bien con Chay. Lo llevaba a comer helado, al cine, a la feria, incluso a la playa. Me sentía un poco más confiado al respecto

Hoy habíamos quedado de salir nuevamente, así que lo estaba esperando abajo 

Porsche:¡Chay! ¿Cuándo vas a ser responsable? Macao te sigue esperando— Gritó Porsche

Me parece que tendré  que comprar tapones para los oídos, porque esta costumbre no la dejarán

Porchay: Ya casi— Respondió bajando las escaleras

Me levanté del sofá y me quedó mirándolo estático

Porchay:¿Que? ¿Qué pasa?¿Que tengo?— Preguntó alterado mirándose y buscando algún defecto en una parte de él

Macao: No importa cuántas veces te vea o cuánto tiempo seamos pareja. Siempre me sorprenderás con tu belleza....Rey, estás hermoso— Dije aún sin moverme

Ese tipo de cosas eran las que habían enamorado a Chay, así que me dispuse a hacerlo seguido 

Porchay:¡Macao!— Exclamó haciendo berrinche

Porchay: Vámonos— Seguía hablando

Me empujó afuera y nos subimos en el auto juntos. Yo sonreí, al parecer puedo estar tranquilo con respecto al plan

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Llegamos al lugar y nos recibieron como había pedido. Solo tuve que pasar algunos dólares por debajo de la mesa para que todas las reservaciones para esta noche fueron canceladas 

El mesero nos indicó nuestra mesa, quedaba justo en el centro

Cuando ya estábamos sentados frente al otro, Chay acercó su rostro al mío e hizo señas con las manos para que yo también lo hiciese 

—¿Por qué somos los únicos aquí?— Preguntó susurrando

—Porque reservé todo el restaurante— Respondí en el mismo tono

-¡¿Qué hiciste que?!- Gritó y todos voltearon a mirarnos

Yo sonreí intentando evitar la vergüenza de andar con un gritón así 

—Es el restaurante de la familia, no tengo que hacer demasiado— Dije para volver a mi posición original

"Ohh" Marcó con sus labios

Levanté dos de mis dedos y un mesero se acercó a nosotros

Macao: Rey ¿Qué quieres?— Pregunté con el menú en la mano

Porchay: Puedo comer lo que pidas— Respondió

Era algo bueno, al menos no me daba problemas en "esa área"