capitulo 11

3.2K 393 203
                                        

P.O.V:Kim

Mientras intentaba abrir mis ojos, el extraño techo de color blanco fue lo único que podía percibir

Mi vista estaba nublada y mi oír alterado

No recuerdo cómo llegué allí exactamente

Traté de levantarme, pero el dolor inmenso de estómago no me lo permitió

-Kim, por fin estás despierto- Escuché la voz de mi padre preocupado

-¿Como llegué aquí?- Pregunté tratando de recordar

-Los guardaespaldas te trajeron... Dijeron que te encontraron tirado en la mesa de tu oficina, inconciente— Respondió

En ese justo momento, todos los recuerdos volvieron a mí y el sentimiento de ansiedad cubrió mi cuerpo nuevamente

-¿Que dijo el doctor?- Pregunté tratando de sonar indiferente

-Te hicieron un lavado de estómago. Debes estar aquí unos días, para que te puedas recuperar por completo

Levanté una ceja indicando que no estaba de acuerdo con ello

Mi papá me conocía, sabía que no podría pasar tanto tiempo encerrado sin poder trabajar

Me escondía en mi labor, era mi caparazón para no pensar o sufrir demasiado

Miré los tubos conectados a mi mano y con los estudios básicos que tenía de medicina, empecé a quitarlos sin tener que lastimarme

-Kim no hagas eso- Dijo mi padre en un intento vano de convencerme

Lo ignoré y seguí haciendo lo mío con mucha cautela

-Kinn y Khun están abajo y quieren verte- Mi papá seguía hablando

-¿Cuando fue la última vez que me pudiste detener?- Pregunté mirándolo

Mi padre se alejó preocupado

-Exactamente- Respondí para luego volver a poner mi atención en acabar de desconcertar aquellos tubos de suero

Me levanté de la cama, fuí al baño, me puse mi ropa y salí de aquel lugar sin miedo a ser detenido

No puedo encerrarme en el hospital, no tengo tiempo para eso

No soy débil y nunca lo seré

Necesito cerrar los negocios con la mafia de Italia. Yo hice mi trabajo y no dejaré que Kinn se lleve el crédito solo por cerrar trato y poner su firma en un contrato

___________________....._____________________

Han pasado dos semanas desde que salí del hospital. Aprendí a sobrellevar el hecho de que Macao y Chay están saliendo

El guardaespaldas infiltrado a cargo de vigilarlo me decía diariamente lo mismo
"Fueron a la escuela juntos" "comieron juntos". No salían de la misma monotonía, pero al parecer se divertían mucho

Tenía algunas fotos de Chay siendo tímido y Macao coqueteando. Solía mirarlas cada vez que tenía la oportunidad, pero últimamente dejé de hacerlo

Cuando tenía una noticia nueva, en lugar de sentir ira y/o desgarre; Lo único que podía sentir era cansancio

Estaba agotado de esos datos. Me dejaban sin fuerzas

Tenía unas tenues ganas de llorar, pero nunca pude soltar alguna lágrima. Supongo que mi cuerpo ya está fatigado de lamentarse por lo mismo

mentiras blancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora