No pude evitar sonreír al ver como Bloom abrazaba mi chaqueta amarilla, saqué mi móvil para hacerle una foto y le acaricié la cabeza con cariño.
—Bloom, despierta—susurré con dulzura—tienes que comer y encontrar un vestido para esta noche.
—Quiero que vayas al baile conmigo,—murmuró más dormida que despierta y yo solo pude reírme—quiero que mi primer baile sea con alguien que quiero de verdad.—deje de reír al instante viendo como daba media vuelta y continuaba con su labor de dormir. Sus palabras me congelaron "¿Qué acaba de decir?" pensé confusa.
—Anda despierta o te obligaré a hacer esos libros de matemáticas que tus padres me pidieron.—como si un incendio hubiera empleado en su cama se levantó en el acto y volví a reír—Tendrías que ver tu cara Bloom.
—No tiene gracia ¿Que hora es?¿Cuánto he dormido?—preguntó mientras se frotaba los ojos.
—Has dormido bastante y son las tres de la tarde, pensaba en ir de compras con las chicas ¿Quieres venir?—asintió con rapidez mientras se estiraba como un gato—¿Te sientes mejor?
—Mucho, de verdad gracias.—negué con lentitud antes de ofrecer mi brazo para salir—¿Se nos han pegado las sábanas a todas?
—Al parecer sí, nos ha tenido que despertar Stella.—Le lancé una servilleta a Musa quien había hablado con la boca abierta—Lo siento su majestad, no todos tenemos tus modales.
—Y sigues hablando con la bocaza llena.—regañé tomando un plato para comer algo.
Ir de compras para mí lo es todo, mi hobby, mi pasatiempo, mi religión...Las tiendas son mi lugar de culto, un sitio donde tengo el control y soy feliz, la ropa una forma de expresarme, algo con lo que rebelarme pero la mayoría de gente no compartía este punto de vista.
—Llevamos horas viendo tiendas, mis cortocircuitos dicen basta.—se quejó Tecna dejando caer las bolsas de ropa en el suelo.
—Si veo más vestidos me desmayaré.—rodé los ojos ante el dramatismo de Musa y me giré para ver a las chicas. Bloom seguía viendo todo con fascinación pero Flora se que se estaba esforzando por ocultar el cansancio en su rostro, demasiado amable y por ello suspiré.
—Volved a Alfea, yo seguiré con Bloom para encontrar un vestido.—dije con una sonrisa viendo el alivio dibujado en sus rostros, Flora quisó hablar pero negué con rapidez—No te preocupes, estoy contenta de que todas tengáis vuestro vestido.
No tardaron mucho en irse, teniendo miedo de que cambiará de opinión pero Bloom seguía allí a mi lado, cuando me dijo que nunca se separaría de mí de nuevo parecía que iba en serio pero tampoco me molestaba.
—¿Te gusta este vestido?—pregunté señalando un vestido color azul que dejaba parte del vientre al descubierto.
—Es precioso pero no es de mi talla.—contestó con el ceño algo fruncido viendo la talla y no pude evitar reír—¿De que te ries?
—En Magix no hay problemas con las tallas porque existe la magia—chasquee los dedos ajustando el vestido al cuerpo de Bloom hasta que quede perfecto—¿Ves? Es de tu talla y te queda perfecto.
—Me lo llevo, definitivamente si tuviéramos magia en Gardenia no habría ni la mitad de complejos que existen.—murmuró con la cabeza agachada. Sabía bien que la pelirroja tenía muchas inseguridades con su cuerpo, no lo entendía ¡Tenía un cuerpo precioso!
—Bloom, tienes un cuerpo precioso.—recogí su pelo en mis manos dejando sus hombros a la vista y apoye mi cabeza en su hombro izquierdo—Por no hablar de que eres una de las chicas más preciosas que he visto nunca.
—Lo dices porque eres mi amiga.—se limitó a decir apretando los puños. Pase mis manos por su cintura y cogí sus manos con cariño.
—No, eso lo pienso desde el primer momento en que te vi, incluso llorando me parecías preciosa.—dije besando su mejilla con cariño haciendo que sonriera—Pero eso no importa si tu no crees eso, se que es difícil pero al menos intentalo, aquí puedes empezar de 0 con nuevas amigas sin nadie que te diga esas cosas horribles desde la envidia.
—Muchas gracias Stella, de verdad.—susurró con una sonrisa radiante—¿De qué color será tu vestido?
—Amarillo con toques naranjas, en honor a Solaria.—contesté con simpleza—El último vestido que llevé fue en honor al reino Luna.
—Debe ser duro ser princesa—asentí con simpleza mientras me daba la vuelta para darle intimidad y que se pudiera cambiar en paz—y más de dos reinos.
—Ni te lo imaginas encima siempre han sido reinos rivales, hasta la boda de mis padres.—comenté algo cansada clavando la vista en el suelo—Haz buena cara aquí, haz buena cara allá, media entre los conflictos de unos y de otros...Ve a un baile con tu madre, otro con tu padre y entrena hasta desfallecer con tu abuela.
No se muy bien de dónde salió aquel arrebato de sinceridad pero de repente me sentí mucho más ligera, más agusto, ni siquiera con mi madre había podido ser tan sincera pero cuando estaba al lado de Bloom sentía que podía permitirme bajar la guardia.
—Bueno, ahora estoy a tu lado y siempre que quieras estaré contigo.—afirmó con decisión—Si no quieres estar sola puedes contar conmigo, somos amigas.—No contesté en su lugar deje que me abrazará por detrás, la deje que viera esa inseguridad que a nadie le había mostrado pero por alguna extraña razón con la hada humana que apenas conocía de un par de semanas me sentía segura, querida y consciente de todo a mi alrededor.
Sentía la calidez de Bloom en mi piel, como si debajo de su propia piel hubiera fuego pero no me molestaba, no se sentía como cuando mi abuela Eloise me cogía la muñeca en los eventos era una sensación más parecida a cuando mi madre me curaba las heridas. Era como un bálsamo al igual que su voz, no paraba de preguntar todo sobre la historia de Magix así que tomé el camino largo hasta Alfea.
—Espera ¿Esas no son las Trix?—preguntó la pelirroja, la detuve en seco y la obligué a esconderse detrás de un árbol—¿Qué son esos huevos?
—Es el regalo de Fuente Roja, siempre preparan algo para las hadas.—contesté confusa viendo cómo lanzaban magia oscura—Parece que quieren aguarnos la fiesta.
—¿Avisamos a las chicas?—murmuró con el ceño fruncido, asentí mientras la tomaba por el brazo para entrar en Alfea por otro lugar—¿A dónde vamos?
—Por la entrada de la biblioteca, necesito que las avises mientras yo me pongo el vestido y me aseguró de que todo esté en orden—ordené mientras la llevaba por la biblioteca, caminé hasta la habitación y con un simple chasquido me puse el vestido.
Si las Trix estaban aquí no sería solo por el baile, es el único pensamiento que venía a mi mente cuando veía el joyero y el anillo de Solaria, acaricié el terciopelo con cuidado para crear una réplica del anillo. "Si quieren mi anillo, que vengan a por él" pensé con arrogancia saliendo del cuarto cubriendo mi anillo con un glamour.
—Aquí están los huevos—corrí hacía la voz de Bloom quien estaba con el resto de chicas—¿Qué podemos hacer?
—Tenemos que hacerlo juntas, tomaos las manos.—sonreí viendo la faceta segura de Flora—Hay que dejar fluir nuestra magia hacía esos huevos y la magia oscura desaparecerá.
—No sé si funcionará, la magia de las brujas es poderosa.—admití con algo de vergüenza sintiendo una oleada de inseguridad.
—Tenemos que confíar en nuestra fuerza, así seremos más fuertes.—apuntó c la chica de cabellos azules con una sonrisa determinada. Miré a Bloom, ella solo sonreía y vocalizo algo que entendí enseguida "Tú también"
Yo también tenía una oportunidad de empezar de cero.
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When the sun meets fire
FantasyBloom siempre se había sentido como un pez fuera del agua en Gardenia, no conseguía conectar con nadie y solo conseguía ser plenamente feliz cuando estaba inmersa en alguna historia de fantasía mientras acariciaba a su pequeño conejo Kiko pero eso c...