Fallen || Karlnapity

Capitulo I

Alex se encontraba en camino hacia una antigua iglesia en donde se realizaban pactos con las mayores entidades demoníacas conocidas hasta la fecha.

Uno de sus superiores le había contado que algún tipo de ente se había apoderado de aquel antiguo lugar, corrían rumores de que los exorcista y curas que se habían adentrado en aquel lugar a vendecirlo, no salían con vida o simplemente no se sabía nada más de ellos, recibiendo la iglesia su nombre "la muerte floreciente" por el cual todo el reino la conocía, no estaría nervioso por entrar a aquel lugar,después de todo , lo que se decían eran rumores, pero esos rumores fueron siendo algo más que eso debido al allazgo de cuerpos de personas que habían desaparecido en el centro de este lugar siendo consumidos por la naturaleza más rápido de lo natural.
Pero el tenía algo que la mayoría de los miembros de la iglesia no prestaban mucha atención, años de estudios sobre todo tipo de entidades y en los comportamientos básicos de las mismas, pero sobre todo había estudiado dos tipos en profundidad, las demoníacas y las celestiales que eran de las que más información podía encontrar, sabía que podría lidiar fácilmente con aquella entidad que encantaba aquel lugar....¿cierto?.

Al llegar al extraño lugar la vibra que este desprendía era desagradable y escalofriante a la vez, la iglesia hacia una notatoria presencia de su antigüedad con tan sólo su exterior,la vegetación se apoderaba de la fachada y las paredes de esta, mientras que la pintura de la puerta se encontraba descolorida por el sol y algunas partes se encontraba hinchadas debido a la humedad del ambiente y las repentinas lluvias torrenciales que frecuentaban aquella zona, cosa que no era nada favorable para la conservación de la misma, Alex se hubiera quedado bastante más tiempo observando el exterior de aquel lugar si no hubiera sido sorprendido por una lluvia que tenia toda la pinta de empeorar a medida del paso del tiempo, no tuvo otro remedio que adentrarse al interior de la iglesia empujando la enorme e hinchada puerta de madera la cual se encontraba un poco resquebrajada, el interior de aquel lugar era oscuro y mucho más frío que el exterior cosa que era difícil, la poca luz que había en aquel tenebroso lugar era la tenue luz de la luna, la cual se habría paso por las enormes cristaleras tintadas de diversos colores dando un cierto toque de color y belleza en la oscuridad, el pelinegro se vio obligado a encender un candelabro que se encontraba en uno de los muchos asientos de madera que habían a los costados de un pequeño pasillo, pasillo que conducía directamente al centro de la parte frontal de aquella iglesia, cada paso que daba, cada segundo que pasaba estando dentro de aquel extraño lugar, notaba con más fuerzas la presencia de alguien o algo, no estaba seguro de que era, pero notaba que sus intenciones no eran muy buenas que digamos.

De vez en cuando dirigía la mirada a los palcos que daban la cara al pasillo en donde el se encontraba, sentía como una mirada le observaba detalladamente, como si quisiera borrar cada rastro de su existencia con su mera presencia, Alex apretó fuertemente el libro que llevaba consigo contra su pecho para proporcionarle una falsa sensación de seguridad.
Al llegar al final de aquel pasillo se encontraba un tipo de pentagrama dibujado en el suelo, parecía que estaba rehecho, se podían ver unas líneas un tanto desgastadas por el paso del tiempo por debajo de unas que parecían ser más recientes, después se fijó detalladamente en el tipo de pentagrama que era, nunca antes había visto algo parecido, y, definitivamente mucho menos sabía a qué tipo de entidad pertenecía, depósitó cuidadosamente el candelabro que llevaba con él encima del asiento más cercano,el cuál tenía varias botellas vacías, pero estas contenían marcas de suciedad, seguramente provocadas por el líquido que contenían anteriormente, dedució que fueron utilizadas en rituales o pactos con entidades antiguos.

Colocó el denso libro en el suelo cerca de la luz que desprendía las llamas de las velas, seguidamente abrió aquel libro buscando alguna similitud de aquel pentagrama, con algunos que aparecían en su libro, el viento aullaba ferozmente en el exterior de aquel lugar, mientras que la lluvia intensificaba su fuerza, sonaba a tormenta con toda las letras, vió como algo pasaba rápidamente por el medio del pasillo sobresaltandolo inmediatamente, pero eso no fue lo único que tomó por sorpresa al joven pelinegro, una repentina y rápida rafa de viento impactaba en su cuerpo, justo en el momento en que la sombra desaparecía detrás de los asientos, moviendo las páginas de su libro, cuando el sonido de un cristal rompiéndose llenaba aquel silencioso lugar, notó una gran punzada de dolor en su mano izquierda, le acaba de caer una de las botellas que se encontraban en la zona en el asiento debido a la ráfaga de viento causándole varios cortes, algunos más profundos que otros, los cuales dejaban caer unos ríos carmesies por la zona que había recibido el impacto.