Fallen || Karlnapity

Capitulo VI

Nick notaba como tocaban su rostro suavemente haciendo que entre abriera sus ojos para lograr ver la dulce mirada dorada de aquel demonio,
- Eres muy lindo cuando duermes- aquel pelinegro que disfrutaba el tacto que le estaba otorgando su compañero estaba somnoliento aún le costó un poco entender lo que acababa de decir, al igual que tardó en responder con una pequeña risa para luego pasar ambas de sus oscuras manos por las mejillas de aquel demonio para acercar su cabeza hasta sus labios depositando un corto beso en la frente del contrario,
- ¿Como están tus heridas?- el ángel se incorporó sentándose de forma correcta en el borde de aquel pequeño sofá para dejar que sus alas tuvieran el espacio necesario,
- Están mejor, al menos ya no duelen- aquel ángel agarró la fina mano de su compañero la cual se encontraba en su rostro para luego llevarla a sus labios y comenzar a besar la palma de esta delicadamente,
- Me alegro mucho- aquel demonio solo sonreía ante las muestras de cariño que recibía por parte del ángel, fueron interrumpidos por el sonido de una puerta al abrirse, era George, quien había madrugado para rehacer la pomada que unto en las quemaduras del demonio y revisar las heridas de ambos pelinegros,
- Buenos días tortolos- el castaño dejaba escapar un gran bostezo al acabar de saludar a las entidades las cuales le devolvieron el saludo ignorando como les acababa de llamar,
- Karl puedes venir un momento, tengo que untarte la pomada en las quemaduras- el mencionado asintió soltando el agarre que juntaba su mano con la del ángel para acercarse a él de ojos bicolor y darle la espalda e inclinarse un poco hacia delante facilitándole el trabajo al brujo,
- George, entiendo los vendajes por la zona herida de Alex, pero, ¿era necesario vendarle la cabeza casi entera?- se seguía sintiendo culpable por la gran herida de aquel joven, y para que hiba a mentir, le importaba un poco bastante aquel chico, no lo había conocido durante mucho tiempo, pero algo extraño le hacía querer estar junto a él y protegerlo, como a aquel demonio, supuso que por eso no pudo acabar con su vida la primera vez que lo vio, sintió que el era especial para él de alguna forma u otra aunque lo negara aveces,
- No te preocupes, se levantará dentro de poco, lo único malo es que lamentablemente no pude salvar su ojo, estaba demasiado dañado como pra salvarlo, lo mejor era retirarlo de inmediato y reemplazarlo por una bola de oro inoxidable, así que tiene un ojo menos, pero, por lo demás está perfecto- el ángel solo soltó un pesado suspiro para levantarse del sofá donde descansaba para comenzar a acercarse a aquel inconsciente pelinegro, ignorando completamente las curiosas miradas de los que se encontraban en la misma habitación que él pasó su mano por el cabello que no había sido ocultado por los diversos vendajes para acariarlo lentamente con su mirada fija en el ojo cerrado de aquel joven, luego comenzó a bajar su mano para acariciar la mejilla que no estaba herida cariñosamente,
- Menos mal que decías que no te caía del todo bien- la mirada del ángel se dirigió hacia el para luego negar con la cabeza repetidamente, el demonio soltó ese comentario de una forma juguetona mientras sonreía ampliamente y su interior se revolvía debido a la dulzura de aquel momento, mientras Alex iba recuperando la conciencia poco a poco, este podía escuchar unas voces bastantes familiares, la voz que se encontraba quejándose no tenía ninguna duda de que era la de aquel ángel, lo había escuchado tantas veces quejándose de cualquier mínima cosa que le era fácil de reconocerle, mientras otras voces se podían escuchar riéndose, una le era completamente desconocida pero la otra era la dulce risa del ente púrpura, cuando porfin pudo abrir sus ojos con un poco de dificultad estos se posaron inmediatamente en la figura de aquel ángel que se encontraba agarrado de su mano, el tacto de esta no era tan suave como las del demonio, era más bien algo áspero, le dolía bastante la cara, pero el dolor fue dejado de lado una vez que su mirada se fijó bien en el rostro angelical de aquel ángel, su tez un tanto dorada por el sol hacía un contraste perfecto con los rayos del alba que se posaban en ella, sus labios brillaban por el choque de luz al igual que sus pestañas, por otra parte aquellos ojos carmesies resultaban teniendo un brillo peculiar que le impedía poder fijarse en otra cosa que no fuera aquel ángel, pudo notar como el caló subía a sus mejillas al notar como este le devolvía la mirada pero de una manera un tanto dulce por primera vez,
- ¿Como te sientes?- la voz del castaño oscuro le hizo salir de su estado de admiración por aquel ángel el cual le seguía mirándolo atentamente,
- Mejor sin duda, pero siento que me va a explotar la cabeza- el pelinegro solo podía hacer una mueca de dolor mientras se tocaba la cabeza, era un dolor insoportable, intentó incorporase para ponerse en pie, pero fue detenido inmediatamente por el ángel que aún sostenía su mano firmemente dándole unas suaves caricias con el dedo pulgar de vez en cuando,
- No te pongas en pie, todavía no estás recuperado del todo puedes lastimarte- aquel ángel le ayudó a colocarse en el borde de aquella cama con cuidado de no hacer ningún movimiento brusco que pudiera desequilibrar al desorientado chico,
- Tomate esto,- la presencia de aquel cambia formas era notaba por primera vez, se acercó hasta a aquel chico quien tenía gran parte del rostro vendada otorgándole un cuento de madera que contenía en su interior un tipo de narcótico lo suficientemente fuerte para rebajarle el dolor que sentí pero no lo suficiente como para dormirlo, alomejor se sentía el cuerpo un poco más pesado pero solo eso,
- Te ayudará con el dolor- el cuenco que sostenía el rubio fue arrebatado lentamente por aquel pelinegro untanto desesperado por aliviar aquel dolor que lo estaba consumiendo lentamente,
- Lo único que tendrás que estar en ayuno durante el día de hoy- el pelinegro lo miraba confundido, no terminaba de entender lo que le decía aquel chico alto de ojos verdes,
- Que no vas a poder comer nada por la mañana, zoquete- el ángel utilizó un tono un tanto menos cortante a lo habitual dando a entender que no lo estaba insutalado con malas intenciones siendo respondido por la mirada de aquel chico ycon un suspiro un tanto divertido.