Universo alterno donde nada es lo que parece...¿Crees en las reencarnaciones?
-Ken-Chin... Yo ya estoy vacío...- Siempre despertaba con ese extraño sueño en el que perdía algo o alguien seria más fácil de decir.
Desde que tuvo un poco de conciencia...
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Puede multar a alguien por usar un espacio público, tal vez, y podría ser su caso al utilizar el espacio del recibidor por tanto tiempo, el de trenza no tenía intención de moverse ni un centímetro, estaba completamente embobado en el otro y Mikey estaba paralizado, en todos los sentidos su cuerpo no respondía, podía tener un ataque de pánico en este momento y salir corriendo, pero sus piernas solo se limitaban a mantenerlo de pie.
Mitsuya y Baji, quienes habían estado hablando en susurros de lo graciosos que se veían, ahora un tanto preocupados, ya estaban llamando la atención de los clientes que llegan al lugar y tal vez terminando con la encargada del recibidor del café.
—¿Deberíamos? — intuyo el peli-negro.
—Yo digo que sí... — Afirmó el otro.
Ambos hombres se levantaron de la silla y comenzaron a acercarse, más a los otros dos que estaban tan absortos en su mundo que ni siquiera los notaron, el peli-lila tuvo que raspar un poco la garganta para llamar la atención de ellos dos, con siguiendo un salto por la cercanía a estos.
—Oh ya llegaste Michael... — Soltó el peli-negro al lado del más bajo, Mikey a quien se le había secado la garganta solo alcanzó a asentir en repuesta, la verdad era que si no fuera un momento tan serio Baji estaría burlándose de el, pero también había querido ver a Draken, lo extrañaba, ya dejaría las bromas para después.
—Deberíamos pasar a la mesa, estamos ocupando mucho espacio... — Hablo el joven diseñador, al parecer escuchar la voz de Mitsuya hizo volver al de trenza a tierra, ya que por fin después de unos minutos pudo hablar.
—Si... — soltó con la voz un poco más áspera de lo común, aún no ignoraba como el peli-negro había llamado al otro, bueno él le dijo "Mikey", más Michael tampoco era un nombre feo, él podría tener un monosílabo incoherente por nombre y aun así sería hermoso.
—Bueno vamos...—El peli-negro los jalo a ambos, parecía que a vista de Draken este no tenía respeto por el espacio privado de la gente o el contacto físico, aunque tampoco le molesto, no le molestaba su actuar, le molestaba la cercanía con la que se portaba con el otro, y ni siquiera llevaban más de cinco minutos juntos.
El de ojos negros no había emitido palabra, fueron hacia a la mesa donde ya habían estado antes y se sentaron del lado contrario, dejándolos juntos, el tiempo que estuvieron solos bastó para armarse la película que iban a soltar en cuanto estos cuestionaron su cercanía o algo parecido. Era momento de sacar sus galas en la actuación. Pero nadie parecía querer hablar, por consecuente Baji le hizo una señal a la mesera para que fuera a atenderlos. Fue gracioso para ambos chicos ver como los otros dos dieron su orden en automático, mientras Draken pedía un café americano, Mikey pidió un frappe de oreo, bastante dulce para los presentes, el peli-lila no contuvo su sonrisa, al parecer la fascinación por la comida seguía intacta en el chico.
Parecía que una película muda se había instalado entre ellos y el joven médico decidió que era hora de romperla.
—Entonces ya se conocen, ¿Cómo es eso? — Y de qué forma, recordar el hecho claro que estaba bien pero no en un café público, al rubio de baja estatura se le atravesó algo en la garganta provocando que comenzará a toser, Draken se alarmó y palmeo su espalda con cuidado. El peli-negro recibió un codazo por su actuar tan imprudente.
