Universo alterno donde nada es lo que parece...¿Crees en las reencarnaciones?
-Ken-Chin... Yo ya estoy vacío...- Siempre despertaba con ese extraño sueño en el que perdía algo o alguien seria más fácil de decir.
Desde que tuvo un poco de conciencia...
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"Se filtra el rumor de un supuesto noviazgo entre el super modelo Izana Sano y el luchador multi campeón Kakucho Hitto..."
Era curioso, los ojos negros pasaban su vista por las líneas de cada artículo donde se nombre a su hermano, hace poco más de dos semanas que Izana regresó de su descanso y ya estaba dando de qué hablar, y de qué forma, sus labios mostraban una curva sonriente mientras apuntaba con su dedo medio hacia los periodistas mientras llevaba un saco negro enorme con una gafas de sol, detrás de él en atuendo similar el antes mencionado "Kakucho", la verdad parecía bastante alto, no comprendía los gustos de su hermano, siempre que salía con alguien se aburría al poco tiempo y iba con su siguiente conquista, a saber cuántos llenaban esa lista, (aunque no es como que el fuera digno de hablar de ese tema), pues al no ser tan conocido podía darse el lujo de gozar de total libertad. O al menos pudo hacerlo hasta que Ken llegó a su vida, ahora se sentía una celebridad, demasiados cambios, buenos y malos, aún recuerda el sermón de su hermano mayor, sobre que debería comportarse de ahora en adelante, muestras que Emma sólo lo molestaba con que le habían dado vuelo a su vida de pocas responsabilidades.
"Enserio Manjiro, nunca te vi en una relación ni mucho menos a estas alturas y con ese partido así que has algo bueno en tu vida y comienza a comportarte".
"Bueno, al menos ya podrás ser mantenido por tu novio y dejaras de asaltar mi pobre cartera".
Que les pasaba a esos dos, Dreken no tenía problemas con su actitud antes de conocerlo, claro que cambiaría, pero no porque la gente se lo ordenará, sino porque él quería hacerlo y demostrarle al otro lo mucho que lo necesitaba.
Bueno Shinichiro y su complejo de mamá, que a pesar de ser molesto sabía que era porque en realidad lo amaba y quería su bienestar, quería que en verdad estuviera bien y a pesar de ser muy duro jamás le negó algo o lo dejó atrás, lo quería demasiado.
Por otro lado, lo que sí le molestaba es que, así como Emma todos veían ese reflejo en su relación con el de tatuaje, y a pesar de que su hermana lo hacía a broma y podía lidiar con eso con un simple "La envidia te consume", no era lo mismo con las miles de personas que se encargaron de sacar escándalos de su persona. Los chismosos podían ser muy molestos de vez en cuando.
Guardo su celular, mientras recogía unas cosas en su departamento, ni tenía idea de que quería hacer Izana con el lugar, pero tampoco le molestaba mucho que digamos, de todos modos, pasaba mucho más tiempo en el departamento del más alto que en este. Los guardias del edificio ya lo conocían y hasta llaves tenía del Penthouse de Draken, así que no había mucho que hacer acá.
Solo iba por su material para diseñar, desde que paso lo del club no había practicado y no quería que su práctica se perdiera. Dentro de uno de los cuartos del lugar había cuadros y muchos tipos de pinturas y pinceles, obviamente que las remodelaciones no tocarían esa área. Izana lo sabía perfectamente ese lugar repleto de lienzos y pinceles era sagrado para el rubio y no quería ningún tipo de presencia en este que no fuera aprobada. Paso sus manos por los muchos pinceles de un recipiente y los estuches de colores pastel y madera que daban en la mesa, era un excelente artista, aunque lo hiciera simplemente por pasatiempo, aunque sí tenía estudios en el mismo campo. Distinguió un cuadro entre los muchos del piso, lo tomó con cuidado sacándolo del ahí y noto algo similar.