Universo alterno donde nada es lo que parece...¿Crees en las reencarnaciones?
-Ken-Chin... Yo ya estoy vacío...- Siempre despertaba con ese extraño sueño en el que perdía algo o alguien seria más fácil de decir.
Desde que tuvo un poco de conciencia...
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Cuando has pasado una vida buscando algo y de repente lo encuentras es sin duda una de las mejores sensaciones, estar los tres juntos aquellos meses recordando, viviendo, amándose por las vidas qué no pudieron fue maravilloso, un sueño hecho realidad, donde solo ellos podían estar, donde solo ellos sabían su era de noche y de día, fue poco pero memorizar sus cuerpos fue fácil, su calor, su olor, simplemente era perfecto.
Era...
Perder a Baji fue muy duro para ambos, aferrándose a Hanma para no caer de rodillas, el consuelo tal vez era que en algún momento volverían a verse los tres, los tres volverían a estar juntos, pero esperarían una vida, sumando el hecho de verle morir de aquella manera tan cruel, no pudo haber más, solo la grimas, Kazutora abrazando a Chifuyu, como si temiera qué también se fuera, el dolor en su pecho no baja, pero notar que la media noche paso sin novedad al menos les brindó alivio.
“Vamos chicos”...
Fue lo único que pudieron escuchar de la voz de Hanma, para después aparecer en el departamento de Kazutora, apenas medio segundo después este mismo se soltó a llorar a todo pulmón, porque podía sentir todas las emociones que lo rodeaban, podía escuchar el corazón de todos ellos llorando y como en el último pensamiento de Baji solo estaba salvarlos.
Chifuyu se arrodilló en el piso con él y se quedaron ahí, Hanma no tenía voz para hacer nada, porque inclusive el se sentía diferente, había sido diferente. Así que desapareció de la habitación volviendo tres segundos después con Kisaki, este abrazo a su amigo y se quedaron ahí los cuatro, directamente ninguno de ellos tenía motivos para estar en la sala, ni siquiera podían relacionarse con sus amigos, así que vivirían esto solos.
Durante la madrugada Kazutora se quedo dormido por el dolor en el pecho y Chifuyu también, se sentía como si les hubieran arrancado el corazón, tan espantoso como se escucha, Hanma los cargo uno por uno hasta la habitación del chico de mechas, volviendo poco después con Kisaki.
El de lentes lo miro triste, le dolía, porque sabía perfectamente el cambio de lugar que había pasado, estaba claro que iba a morir, no estaba preparado pero lo había aceptado, más sin embargo había pasado la media noche y estaba con vida, estaba frente a Hanma.
—Puedes llorar —Le dice mientras se sienta asu lado—No se si esto ya termino... No puedo bajar la guardia aun...
—Yo... —Es incapaz de decir más cuando baja la mirada, quita sus lentes y sus ojos dejan caer las gotas de agua salda—Tenía miedo... Ahora Baji esta... Todo es mi culpa.
—... —Nunca se le dieron bien las palabras, ni en esta ni es todas sus vidas, porque siempre había apartado cualquier tipo de sentimiento—... Keisuke tomo su decisión, no es tu culpa, de alguna manera el vio la manera de romper todos los lazos y volverlos a unir en el mismo momento, así que estarás bien... Tu vida ahora te pertenece.
—...—Pero aún así, se sentía culpable, ese dolor en el pecho no se iba —Alguien intento matarme, dijo que era tu hermana...
