>>Estoy en el edificio de diseño, te espero en el starbucks<<Terminé de leer eso y ni le respondí que inmediatamente le estaba mandando un Whatsapp a Indiana.
>>Boluda, no lo puedo creer, Iván está acá.<<
>>Eh? Spreen? Me estás jodiendo?.<<
No le respondí nada que ya estaba juntando mis cosas.
Quedaban unos minutos de clase, pero ya no me importaba nada, ni siquiera las diapositivas con fotografías históricas que estaba mostrando el profesor, quería hablar con él.
Agarré mi bolso y salí del aula fría y sosa casi corriendo.
Lleno de estudiantes, yendo y viniendo por los pasillos, las escaleras, me estaba asustando un poco por la reacción que podrían llegar a tener si se enteran que Iván está acá, bueno, Spreen.No me tardé más de tres minutos en llegar al Starbucks que teníamos en el comedor, él estaba ya sentado con una remera verde a rayas y como siempre llevaba puesto un gorro y lentes. Sostenía con una mano un vaso de lo que pensaba que era café, y su celular en la otra, me quedé en una esquina como a 20 pasos de las mesas, totalmente congelada, no sabía que esperar de esta charla, podía llegar a decirme que lo mejor era no vernos por un tiempo, quién sabe.
Veo que despega su mirada del celular y me buscaba con la mirada, hasta que finalmente me encontró. Apoyó su celular en la mesa y bajó un poco sus lentes, bastante sensual diría.
Cómo seguía estando tiesa, veo que me hace una seña de "vení", lo que me despertó de ese congelamiento, me acomodé el bolso en el hombro una vez más y empecé a caminar.—Hola —dijo mientras se levantaba de la silla ansiosamente, con una expresión de nerviosismo.—Solo quería asegurarme de que estuvieras bien después de todo eso.
—Gracias—respondí acercandome para darle un abrazo. Algo perseguida con que alguien nos pudiese ver.
Nos quedamos unos segundos en silencio, mirándonos a los ojos.
-Narra Iván-
Quería decirle lo que sentía, pero también temía arruinar lo que teníamos, así que decidí ir despacio.
—Ara, yo... —Intenté hablar, pero las palabras se quedaron en mi garganta. —Mira, te voy a ser totalmente honesto. —Hice una pausa, me saqué los lentes y le agarré la mano.
Ella me miró, esperando a que continuara.
—Lo de ayer, fue hermoso. Me encantó. —Dije, buscando las palabras adecuadas. —Y quiero que sepas que no me importa lo que digan los demás, lo único que importa es cómo nos sentimos nosotros.
Ara me sonrió, y sentí que un peso se levantaba de mi pecho.
—Yo también, hace mucho no la pasaba tan bien. Gracias por ser tan comprensivo. —Me tomó con su otra mano. —Eso que twitteaste... me hizo sentir protegida. Gracias por defenderme.
Me acerqué un poco más a ella y sentí cómo nuestras manos se ajustaban perfectamente.
—Creo que yo también quiero ver a dónde nos lleva todo esto. —Dijo con una sonrisa tímida.
Me alegré de escuchar esas palabras. No quería apresurar las cosas, pero saber que ella también estaba dispuesta a intentarlo me daba esperanzas
-Narra Ara-
—Gracias por el regalo que me dejaste también, te pasaste con eso eh—dije con una risita algo incomoda.
—No es nada, me alegro que te haya gustado— Sonrió con sus ojos. —Vení sentate —dijo mientras separaba una de las sillas de la mesa para mi. —Te pedí un latte, ¿está bien?
—Sí obvio, gracias—dije con una sonrisa mientras agarraba el latte y le daba un sorbito.
La puta madre cómo me quemé.—Te quiero pedir perdón también por la situación en la que te metí, por un descuido mío encima. Se que es un bajón al principio, a mi también me jodia mucho el hate cuando empecé a ser más "viral"
—Ey, no. Para nada. Se que no es tu culpa.—le contesté mientras lo miraba a los ojos y acariciaba su mano.
Me aliviaba escuchar que no estaba planeando empujarme fuera de su vida o algo así.
—Noo —se escuchó la voz de un chico—. ¡Qué onda loco, te miro desde que hacías los staff series! —dijo con una sonrisa acercándose a la mesa.
—Hola, chabón, gracias —le respondió con una sonrisa mientras chocaban las manos de costado.
—Che, Sofi, mirá quién está acá —le gritó al otro lado del café, señalando a una chica en la caja. La chica miró, se tapó la boca y acto seguido empezó a acercarse.
—Ay, te adoro, boludo. ¿Qué onda, estudias acá? —dijo la chica mientras se paraba junto a su amigo.
—Gracias —sonrió Iván—, solo vine de visita —añadió, mirándome.
—No te importa si te pedimos una foto? Solo eso y no te jodemos más. —dijo la chica mientras juntaba sus manos en forma de rezo.
Se sacaron la foto y se fueron sin decir nada más que gracias, con una sonrisa inmensa en sus caras.
Estuvimos charlando sobre el tema un rato hasta que cada vez más y más personas se acercaban, veían que le sacaban alguna foto y aunque quizásdudaban de quién era, se acercaban para pedir su foto también.
No me dio tiempo de terminar el latte, tuvimos que irnos. Ya se estaba haciendo imposible hablar.Caminamos hasta la plaza más cercana y nos sentamos en el pasto. No había casi nadie por la hora que era, y el día estaba hermoso. El sol nos pegaba un poco en la cara, y una brisa perfecta refrescaba el ambiente.
—Bueno, ya que acá estamos más cómodos y espero que no venga nadie a pedir nada —dijo Iván, cruzando sus dedos—. Me gustaría saber en qué quedamos con nuestra relación.
Lo miré con cariño y tomé un momento para pensar en mis sentimientos. Había sido un día lleno de emociones, y ahora tenía que expresar lo que realmente quería.
Iván me escuchaba atentamente, esperando mis palabras
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Conexión
FanfictionArabella sabe poco y nada sobre ser streamer, hasta que conoce a Spreen...En medio de la fama y la atención de los fans, Iván y Arabella intentan mantener su relación en un mundo acosado por la invasión de la privacidad. En su camino para encontrar...