1. Una molestia.

361 23 0
                                    




Siempre igual, no duerme este pibe —Pensé mientras me tapaba la cabeza con mi almohada buscando desesperadamente algo de tranquilidad.

Las noches seguían siendo un tormento debido a los gritos del vecino de arriba.  La idea de mudarme a este edificio había sido para poder estudiar en paz, pero con este personaje de vecino, parecía imposible.

Eran las 3 AM de un lunes, y ya había soportado varias noches de insomnio debido a los videos  que él subía constantemente a YouTube. Su popularidad en las redes sociales parecía haberlo convertido en el consentido del edificio, menos para mi. Habíamos compartido piso hace poco, y cada día me resultaba más insoportable.

Me quedé acostada, analizando mis opciones. ¿Qué podía hacer? ¿Ir y golpearle la puerta haciéndome la mala o esperar y tocarle el timbre mañana? La idea de enfrentarlo cara a cara me intimidaba un poco, pero no podía seguir soportando esa situación.

VAMOOS! —Se escuchó una vez más.

Agarré mi bata de noche, me puse las pantuflas y salí al pasillo.
Éramos los unicos en el piso así que me dirigí a su puerta y empecé a golpear.

—Eu!— grité mientras seguía llamando a su puerta.

—Gente, esperen un segundo— Se escucha decir a lo lejos. 

Pasados unos segundos se escuchan pasos cada vez más cercanos.

Se abrió la puerta de golpe y estaba el ahí, con cara confundida pero se mantenía con su mano en la pared con confianza, medía alrededor de 1.85 cm y tenía el pelo castaño bien oscuro.

—¿Qué pasa linda que golpeas así? —Me miró de arriba a abajo y sonrió

—Mira no se que andas haciendo pero te pido que lo hagas un toque más bajo—Me sentía un poco intimidada por cómo me seguía mirando— Se escucha todo y quiero dormir.

—¿No sabes quién soy?— Respondió extrañado— Estoy en pleno stream, si queres lo hablamos mañana.

—¿Mañana? Flaco, tengo que dormir.—Le hice una mueca. 

— Ta, tranquila. — Dijo y me cerró la puerta en la cara.

No lo podía creer, quién se piensa que es?

Por suerte pude dormir bien, no fue el más respetuoso del mundo pero al menos dejó de ser tan intenso con su stream o lo que sea que dijo que hacía. 

Ya en la facu, le pedí a Indiana, mi mejor amiga y confidente, que me ayude a buscarlo.
Googleé algunos youtubers y streamers Argentinos y no tardó en aparecer su foto, "Spreen".

—Ahí está, es este!—Exclamé.

—Ara, vos me estás jodiendo? No conoces a Spreen?— Dijo Indiana entre risas.

—Ja já, ni idea, sabes que no consumo nada de esto.

—Pero querida, tenes a Spreen de vecino, media pila—Me dijo agarrandome la mano— El pibe es fachero y encima gracioso, si fuera vos yo ya hubiera hecho algo.

—Bue lo de fachero tenes razón, pero gracioso no se, a mi me pareció más bien un boludo.—Dije mirando para otro lado.

—Dale mala onda, de última invitame a mi y voy yo a buscarlo—Dijo guiñandome un ojo, a lo cúal respondí dandole un pequeño golpe en el hombro.—Bueno che.


Las horas no se pasaban más, me encantaba estudiar diseño grafico pero no podía negar que algunas clases eran un bodrió. Lo bueno era tenerla a Indiana, quién hoy estuvo todo el día nombrandomeló a Spreen...
Me contó que hacía gameplays, video reacciones y cosas así. Mientras que yo en lo único que podía pensar era en la siesta que me iba a tomar apenas llegara a casa, el trabajo de práctico de edición digital podía esperar.

—¿Me estás escuchando? —Preguntó mientras me miraba indignada.

—Sí sí, te estoy escuchando, pero si no me hubiese cerrado la puerta en la cara capaz le daba una oportunidad a su contenido. —Dije y levanté mis cejas. —La verdad me interesa poco el pibe ese.

La tarde transcurrió entre clases y charlas con Indiana sobre Spreen. Aunque ella estaba entusiasmada con sus contenidos, yo seguía sin sentirme convencida de darle una oportunidad. No podía olvidar su falta de respeto y cómo había afectado mi descanso durante varias noches.


Al subirme al subte para volver a casa, me puse mis auriculares cómo de costumbre y finalmente decidí ceder ante la curiosidad de Indiana. Tomé mi teléfono y busqué a Spreen en YouTube. Su canal tenía una gran cantidad de seguidores y sus videos tenían millones de visualizaciones. Era una locura. Elegí uno de sus gameplays más populares, lo que parecía ser Minecraft y comencé a verlo. Para mi sorpresa, resultó ser más entretenido de lo que esperaba. Aunque no compartía todos sus gustos, podía entender por qué a tanta gente le gustaba su contenido. Además, tenía que admitir que Indiana no estaba equivocada para nada, el chico era bastante atractivo.

A medida que seguía viendo algunos de sus videos, comencé a notar que el tono que usaba frente a la cámara era muy diferente al que había experimentado en el edificio. Parecía relajado y genuino, y su sentido del humor era contagioso.

"Puede ser que sea más simpático en sus videos que en la vida real", pensé. Me di cuenta de que no había conocido realmente al verdadero Spreen.

Con una mezcla de emociones, continué viendo sus videos, dejando de lado mi enojo y dispuesta a darle una oportunidad a sus contenidos. Tal vez, con el tiempo, podría cambiar mi percepción sobre él.

Apenas llegué a casa me saluda Walter, el portero del edificio, como siempre con una sonrisa.

—¿Todo bien Walter? ¿Cómo está? —Devolví su saludo mientras llamaba al ascensor.

—Bien querida, bien, no llegó nada para vos hoy. —Hizo una pausa mientras se apoyaba en el mostrador. —Perdonemé que me meta señorita, pero ¿pasó algo anoche? Vi por las camaras que le tocó la puerta a su vecino y tengo indicado que no se lo vaya a molestar, cualquier cosa usted sabe que me puede decir a mi y yo lo arreglo.

Primero pensé que chusma... pero bueno, era su trabajo. Supongo.

—Nada Walter, quedesé tranquilo, estaba haciendo mucho ruido y le pedí si podía bajar un poco el volumen.

—Ah, entiendo. —Dijo queriendo parecer más relajado.

Asentí y se abrieron las puertas del ascensor...Que suerte la mía.

—Hola linda, ¿pudiste dormir anoche? 

ConexiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora