17 años
Mi familia y yo estábamos muchísimo mejor, nuestra casa ya no era de madera sino de cemento, teníamos nuestras propias habitaciones y camas individuales, un comedor, muebles, electrodomésticos y alimentos que adornaban nuestra cocina por primera vez en nuestra vida.
Al ver los resultados que estaba teniendo me sentía más que feliz, estaba a la espera de algún cambio y muy emocionada. Finalmente la "sin talento" estaba triunfando.
Mi madre y la abuela salieron a comprar varios materiales que me hacían falta y yo tenía ganas de salir a dispersarme, aunque amará diseñar con toda mi alma, también tenía derecho a divertirme un rato.
Decidí salir de mi tienda, y cerrarla momentariamente, ya que después de todo eran las 7pm y no teníamos clientes.
Fui a ducharme y cambiarme luego de un extenso día de escuela y trabajo. Luego salí de mi casa y emprendí camino hacia un parque cercano, mientras caminaba un sin fin de personas murmuraban cosas, me señalaban y decían "Y así se hace llamar diseñadora". Solo entonces me di cuenta que me había puesto uno de los pantalones que aún no había finalizado, pues este llevaría un patrón, la mitad del mismo negro y la otra en blanco.
Lo peor es que no era cualquier agujero, no había terminado la unión de los mismos y estaba mostrando todo mi trasero.
~Que vergüenza. ~
<Ni que lo digas. > Decía La Jefa de mi conciencia, así se llamaba.
En eso un chico se me acercó, pensé que haría algún comentario como los demás o se reiría y después se iría pero en cambio hizo algo que no esperaba.
—¿Quieres ponerte mi abrigo para taparte? Tal vez esté algo desgastado pero igual hace su función.
—Me encantaría, eres muy amable...
—Soy Jacob Rinaldi, un placer.
—Hola Jacob, soy Lesly Ricci. Un gusto, muchas gracias. Eres el único que tuvo conciencia y decidió ayudarme.
Este chico era muy amable y muy apuesto, no se cual cosa era más, tenía una tez bronceada con unos ojos verdes que me tenían hipnotizada, era muy alto, tal vez unos 1.90 cm y al parecer tenía un cuerpo genial.
—¿Te gustaría ir al parque conmigo? Iba a dispersarme porque me sentía estresada pero si no quieres está bien.
—Claro, vamos pequeña. —Dijo poniendo su mano derecha en su frente y luego bajándola hacia mi cabeza. Por supuesto, todo el mundo era más pequeño que este muchacho, yo era bastante alta, más que la mayoría de mujeres promedio. Media 1.73 cm.
—No soy pequeña, soy...
—Para mi lo eres.
Entonces sonrió, mostrándome su hermosa sonrisa junto con su dentadura perfecta. Este chico no lo conocía ni hacía dos segundos y ya me tenía de rodillas.
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La Jefa ©
Teen FictionLesly, una chica ingeniosa que sacó a su familia de la pobreza como diseñadora de modas, creó su propia empresa y se dió a respetar. Por cosas del destino para poder recuperar las acciones que le fueron arrebatadas debe casarse con el hijo de unos...