Logan y yo estábamos desayunando y las ganas de llamar a Jacob me estaban carcomiendo, estaba apostando mi cuerpo, mi vida, mi alma, lo que creía o sentía por mi empresa.
Algo en mí sabía que no era lo correcto pero no tenía escapatoria, no quería perder por lo que tanto he estado trabajando.
Estaba removiendo los huevos revueltos sin ganas de nada con mi tenedor...
—¿No tienes hambre?
—No...
—Deberías comer. —Dice algo preocupado.
—Debo irme. Los preparativos de la boda no esperan.
—Bien. Sin embargo... debo sincerarme contigo.
—¿Qué sucede? —Dos mentirosos unidos al parecer.
—Estoy enamorado de ti...
~Nomeloesperaba.
—¿Y-y la segunda? —No tenía idea de que responder a eso.
—La condición que no te dije aquel día es que: no volverás a ver a ese tal Jackson después que nos casemos.
—Jacob.
—¿Qué?
—Su nombre es Jacob, no Jackson y... no considero justo no volver a verlo. No puedes prohibírmelo. —El odio en mis palabras era más que notable.
—Cuando nos casemos serás mía, por lo que no quiero ser un cuernudo. Tengo razones válidas, respétalas. Después de todo me necesitas. —Sonríe de lado.
Esto me llenaba de ira, no sabía cuánto más podría resistir. No me sentía dueña de mi propia vida.
Sin más que decir, me levante de la mesa, me enfundé en mi abrigo y finalmente me puse en camino para probarme vestidos.
Desde pequeña soñé con este día, confeccionar mi vestido junto a Diana, saber qué piensan. Pero esta vez, iré a Casas de Novia, a probarme vestidos que ya más de 100 lo han hecho y tenido una opinión sobre el mismo.
Se suponía que este sería uno de los día más felices de mi vida, aunque los preparativos fueran agotadores yo estaría muy contenta.
~No lo estoy y si continúo con esto nunca lo estaré. ¿Qué debo hacer?
Salí de aquel lugar asfixiante y me dirigí a casa de mis padres. Ellos ya sabían que me casaría y porque lo haría. Obviamente estaban opuestos a la idea.
Al estar frente a la puerta solo espere que mi padre abriera y me le lancé encima abrazándolo en busca de paz.
Me había enterado a manos de Rosie, la mejor amiga de Lesly, que se casaría. Estoy totalmente en contra de esto.
Aunque no estemos juntos otra vez, ella merece estar con alguien que la ame, si, pero también que ella lo haga.
Sino, no vivirá, sobrevivirá.
Debe haber una forma de ayudarla.
Junto a mi equipo de trabajo, amigos de la universidad y conocidos abogados nos pusimos a trabajar para encontrar la forma de sacarla de este embrollo.
Teníamos al pasar unas horas algunas opciones pero no estábamos del todo seguros de que funcionaría.
—¿No tenemos otro inversor?—Pregunta Samantha.
—Con esa cantidad... no. —Responden.
—¿No tiene un conocido o familiar que pueda ayudarla con esa cantidad?
—No, solo...
—Escuchen.—Toma el mando. —Necesito que suelten la negatividad y sean objetivos un minuto. Digamos... alguien lo suficientemente capaz de pagar ese dinero por ella a fin de pagar en cuotas o simplemente no tener que hacerlo. Debe ser alguien que la halla apoyado desde siempre, que no tenga miedo de perder en caso de que lo haga, alguien que...
En ese momento una bombilla en mi cabeza encendió.
—¡PAOLO! —Todos se me quedaron viendo.
—¿Paolo?
—Si, si. ¡Paolo!
Me levante de mi asiento, abracé a Samantha.
—Te lo agradezco mucho, gracias equipo. Nos vemos.
~Debía ir a buscarlo y hablar con él.
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Hola!!
¿Cómo están?
Cap. corto... (En el próximo cap vendrá el final, espero estén listos) *llora*
~Tay Tay fuera. <3
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La Jefa ©
JugendliteraturLesly, una chica ingeniosa que sacó a su familia de la pobreza como diseñadora de modas, creó su propia empresa y se dió a respetar. Por cosas del destino para poder recuperar las acciones que le fueron arrebatadas debe casarse con el hijo de unos...