✪ Capítulo 19: Solo existe una forma...

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Luego de todo un drama pude escapar del edificio y llegar a mi hogar

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Luego de todo un drama pude escapar del edificio y llegar a mi hogar.

Como lo había dicho, me di una ducha rápida, me vestí y muy pronto comí algo, si sin antes tomar mucha agua y algunas pastillas para enfrentar mi borrachera. Me acosté un rato a dormir y al levantarme me sentía ansiosa.

~¿Podía enfrentarlo?

Estaba vestida con ropa deportiva, el cabello recogido en una cola alta y unas crocs. Al salir, pase mi mano por el pelaje de Snoopy en forma de saludo. Baje al estacionamiento de mi casa y decidí manejar por mi misma.

Estaba a algunas cuadras para llegar a la casa de mis padres...

Muy pronto me desmonte del auto y al tocar la puerta mi madre hizo presencia.

—¡Hija! Te acordaste de que tienes padres.

—Mamá, no es un buen momento para esto. Debo hablar con Adam.

—Fueron 20 horas de parto y nada, ni un saludo. Cría cuervos y te sacarán los ojos.

—Ya mamá. Hola, te extrañe.

—Yo a ti, mi niña. Ve a hablar con tu hermano, está en su cuarto.

—No sin antes saludarme a mi también, yo tuve algo que ver para que nacieras. —Dice mi padre agarrando dramáticamente su pecho.

—¿Salió de ti? —Pelea ahora mi molesta madre. —¿Su gran cabezota?

—No, pero...

—¡MAMÁ! ¡PAPÁ! Pueden por favor dejar de discurrir por esto y mamá... ¿cabezota?

—Aún la tienes.

—¡MAMÁ!

—Lo siento. —Suelta una risita.

Si más que decir, me dirijo a la habitación de mi hermano, me permite el paso y sostengo la manija dudosa y pronto me armo de valor. Al entrar noto que está en la computadora.

—Hola, hermana.

—Adam. —Tengo muy mala cara.

—¿Qué sucede? —Pregunta haciéndose en que no sabe nada.

—Sabes lo qué pasa, Adam. No te hagas, por favor.

—En serio, no sé qué...

—Odio las personas que se andan con rodeos y no son directas, así que por el bien de ambos, habla. —Aguantó las lágrimas. —¿Por qué lo hiciste?

—¿Hacer qué?—Me mira inocentemente.

—¡ROBASTE PARTE DE MIS ACCIONES, CRETINO! Mi hermano, de mi propia sangre, en quien confié y brinde apoyo. Me traicionó. ¡¿AHORA LO ENTIENDES?!

—Ah. Eso. —Ríe felizmente mientras aplaude. —Viole el sistema, pensé que no lo lograría pero lo hice.

—Es todo lo que tienes para decir. ¡Responsabilízate!

La Jefa © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora