Llevaba tres días viendo a Jacob. La abuela se emocionó al saber que ya nos conocíamos al igual que mis padres. Mi madre dijo que era un chico muy bueno y apuesto.
Ambos salimos de nuevo, pero esta vez a una hamburguesería en la que terminamos ordenando lo mismo y charlando un montón.
Estábamos organizándonos para nuestra fiesta de cumpleaños, concluimos que sería algo que recordaríamos por el resto de nuestras vidas, iría todo el vecindario, mi mejor amiga y mis amigos, al igual que los suyos.
—¿Estás seguro de que deberíamos invitar a tantas personas?
—Claro que estoy seguro, pequeña. La pasaremos bien, nos divertiremos mucho. Relájate.
—De acuerdo.
Nuestra fiesta sería en aquel parque donde nos conocimos, un vecino nos prestaría unas carpa, sillas y mesas. Mi madre, su madre y algunas señoras prepararían la comida, Lidia, una pastelera, haría nuestro bizcocho y sus amigos se encargarían de las bebidas.
Estábamos muy emocionados.
Yo decidí hacer nuestros vestuarios e inocentemente hice que fueran a juego. Era un vestido rojo con un escote de corazón, tiros en los hombros, apretado en la cintura y piernas que terminará con una falda de pequeños vuelos.
En su caso hice un esmoquin con chaleco y pantalón negro, además de una corbata del mismo rojo que mi vestido. Fui a su casa para entregárselo.
~Tenía ganas de verlo.~
—¡Jacob!
—Lesly, voy. —Dice apresurándose a abrir la puerta de hierro.
—Hola, Jay.
—Hola, pequeña. —Deja un pequeño beso en mi mejilla. Me tiemblan las piernas.
—¿Estas bien? Tienes la cara muy roja... ¿Te busco agua?
—Eh... N-no, tranquilo. No pasa nada.
—Bien, ¿qué te trae por aquí?
—Mmm, si. —Digo pasando mis palmas por mi rostro. —Vine a traerte esto. —Le muestro el atuendo que le diseñe.
—Wao, es... es perfecto. Eres grandiosa, Les.
—Me alegra que te gustará...
—¿Puedo probármelo?
—¡Claro! Es todo tuyo.
Unos minutos más tarde regresa con el traje puesto, se veía aún más apuesto y estaba hecho a su medida.
Sentí mariposas al verlo.—Me encanta, muchas gracias.
—Me alegra, con gusto. Te ves aún más guapo. —Jacob sonríe de lado.
<¿Qué fue eso?> Dice La Jefa.
~ Mierda, porque dije eso.~ Me doy un golpe mental.
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La Jefa ©
Teen FictionLesly, una chica ingeniosa que sacó a su familia de la pobreza como diseñadora de modas, creó su propia empresa y se dió a respetar. Por cosas del destino para poder recuperar las acciones que le fueron arrebatadas debe casarse con el hijo de unos...