Hoy era el día, el gran día. Finalmente presentaría mi trabajo, el vestido que había diseñado hace un par de días. Me había quedado aún mejor de lo que imaginaba. Luego de diversos patrones y algunos arreglos había quedado.
Me acababa de levantar, me higienicé, peiné mi pelo en una coleta de caballo alta y un pequeño traje de falda que acentuaba mi cuerpo. Al bajar las escaleras del edificio me encontré con Anthony, quien de hoy en más se encargaría de mi transporte.
—Se ve hermosa, señorita Lesly.
—Gracias, tú también te ves muy bien.
Sin más que decir emprendió camino hacia las oficinas. Anthony me ayuda a bajar abriéndome la puerta y luego el portero me recibe en la entrada del edificio.
Entonces Eva se me atraviesa.
—Lesly.
—¿Qué sucede, Eva?
—Requieren de tu presencia en el despacho de Paolo. Quieren ver tu trabajo.
—¿Ya?
—Claro.
Eso hizo que una chispa dentro de mí se encendiera. Lo primero que hice fue emprender camino al taller y sacar el vestido del compartimento en el que lo había dejado. Pase un vaporizador para quitar las arrugas y me dirigí a la oficina. Antes de pasar, toco la puerta.
—¡Adelante!
—¡Buenos días, Paolo! Señores. ¿Cómo están?— Estos se levantan.
—Lucas, Carlos. Esta es la chica de la que tanto les he hablado.
—Un gusto. —Dice Lucas. Aparenta de unos treinta y tantos. —Es usted una señorita muy hermosa.
—El gusto es mío, muchas gracias.
—Querida Lesly Ricci. Espero que seas lo que tanto nos han vendido. —Comenta Carlos con exigencia y Paolo sonríe.
—Lo es. —Me interrumpe Paolo antes de que pueda decir algo. —Es la mejor, sino no estuviera en la posición en la que está. Ahora... todo se define en este momento. —Eso hizo que mis cabellos se erizaran y el nerviosismo abarcara mi ser, pero luego recordé que soy capaz de todo lo que me proponga. Aunque a veces parezca muy difícil, puedo hacerlo.
—Lindos cumplidos, Paolo. Sin embargo, necesito hechos.
—Los tendrá, señor Carlos. Y aquí están. —Afirmo mirándolo con seguridad. —Hace dos días me fue encargado tenerles preparado un vestido, "formal pero no tanto, elegante y a la vez casual". Pero también que mostrará una feminidad moderna y adorable. Al principio no tenía idea de cómo lo haría, pues eran bastantes requisitos. Luego de algunos rayones y algunos bocetos lo había conseguido. Espero disfruten del resultado, tanto como yo.
Dicho esto, saqué el vestido de la bolsa y... les encantó. Me satisfacía mucho la cara de sorpresa y fascinación que tenía Carlos luego de haber hablado tanto. Paolo con egocentrismo, afirmando lo que yo ya sabía.
—Tal y como lo esperaba, Ricci. Un trabajo espectacular, con detalles preciosos. No buscaba menos. Fuiste una gran inversión. Estoy orgulloso.
—Veo que tenías razón, Paolo. La chica tiene talento.
—Nunca me equivoco, Lucas. Y bien... ¿Carlos?
—Me cerraste la boca, Lesly Ricci. —Dice saboreándolo. — Seguro recordaré tu nombre.
Ambos se despidieron y salieron, en cambio Paolo me pidió que tomará asiento, cosa que el también hizo.
—Lo prometido es deuda. Cumpliste con tu palabra, te esforzaste e hiciste un trabajo espectacular. Ahora yo deberé cumplir. —Saca algunos papeles y los coloca encima del escritorio. —Escucha, Ricci. Estás invitada a la pasarela "FashionModel22" en Paris, organizada por mi socio, el cual acabas de conocer, Carlos Dubois. El cual comparte sangre latina contigo y a la vez francesa. Es exigente pero sabía que cumplirías con todas sus expectativas. Lograste lo indicado y por ello serás recompensada. —Lleva aquella pequeña carpeta frente a mi.
—Allí están tus papeles, autorizando tu viaje, el pasaporte, el asunto de hospedaje y transporte.
—Muchas, muchas pero muchas gracias, Paolo. ¿Es usted acaso un ángel? No tengo forma de pagarle todo lo que ha hecho por mi.
—No, no soy un ángel. Soy el genio de la moda y tampoco debes pagarme nada, si quieres ayudarme en algo solo debes seguir demostrando tu empeño y seguridad. Sigue así. Si me disculpas, tengo cosas que atender.
—Si, lo siento.
—Bon voyage!
Al salir de allí, emprendí camino a mi hogar. Debía informarle a mi familia, pues el vuelo era en algunas horas. Paolo era especialista en decir todo a último minuto. Según él era más "fabuloso".
A mi padre casi le da un infarto, porque su "niña" viajaría sola por primera vez, en cambio mi madre estaba muy emocionada y mi hermano era indiferente.
Hice mi equipaje, algo ligero, después de todo tardaría sólo tres días. Me encamine al aeropuerto y luego de algunos registros estaba subida por segunda vez en mi vida en un avión.
Viaje finalizado.
Al bajar del avión en la entrada me recibió un chofer.
—Espero que el viaje haya sido de su agrado. Soy el encargado de su transporte, Federico.
—Un gusto Federico, mi nombre es Lesly Ricci.
—El placer es mío, sin más que decir debo llevarla al hotel para que descanse y a las 9:00 pm, le daremos un recorrido para que conozca a los demás modistas y representantes.
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Hellooooo!!
Capítulo corto pero repleto de información. Espero les gustara. Pronto como le fue en la pasarela y que sucedió con Jay.
Espero tengan un lindo día.
~Tay Tay fuera. <3
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La Jefa ©
Teen FictionLesly, una chica ingeniosa que sacó a su familia de la pobreza como diseñadora de modas, creó su propia empresa y se dió a respetar. Por cosas del destino para poder recuperar las acciones que le fueron arrebatadas debe casarse con el hijo de unos...