Capítulo 2

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-¿Qué te ha hecho venir aquí?- pregunta Ethan.

-Este era el instituto de mis sueños, bueno, y el de mi mejor amiga- digo nostálgica- Aunque ahora no sé si es de ensueño- digo haciéndoles reír.

-Por los profesores y las clases es bueno, lo que fallan son los alumnos- coincide Bella.

-¿Y dónde está tu mejor amiga?- pregunta Ethan.

-Ella...murió- digo triste.

-Vaya, lo siento mucho- dice Bella realmente apenada- ¿De qué murió?

-Fue una de las que desapareció el año pasado en Hawkins, encontraron...encontré su cuerpo en el bosque

-¿Tú encontraste su cuerpo?- pregunta Ethan asombrado.

-Estaba cerca de...- me callo cuando recuerdo a Steve dolorosamente- Estaba dando un paseo y lo encontré, tuve muy mala suerte

-Y tanto- coincide Bella.

-¿Tenéis hermanos?- pregunta Ethan para cambiar de tema.

-No, siempre he sido hija única- dice Bella.

-Entonces tienes suerte, yo tengo una hermana pequeña- dice Ethan, y yo tardo en responder porque aún sigo con mal sabor de boca al haber hablado de Vivian.

-Tengo dos hermanos, uno mayor y otro pequeño- respondo cuando me miran insistentes.

-Woow, entonces no debería quejarme- dice Ethan riendo, río levemente.

-No es para tanto, nos llevamos bien, nos...entendemos- les echo mucho de menos y hace apenas un mes que nos vimos.

Al final de las clases, Bella y yo vamos juntas al edificio de al lado, donde se encuentra nuestra habitación.

Lo único que hago es sentarme a leer un libro, ya que el teléfono solo podemos utilizarlo de 7 a 8 de la tarde.

-Voy a por algo de comer. ¿Quieres algo?- le pregunto a Bella.

-Una chocolatina, me ayudan a concentrarme- me pide, asiento y salgo de la habitación.

En este mismo edificio hay una cafetería exclusiva para nosotros, los residentes, donde desayunamos, comemos y cenamos.

-Lydia, ¿no?- una chica con dos más a su lado se acercan a mí cuando espero mi turno en la cola de la cafetería.

-Sí- respondo confusa.

-Hemos oído hablar de ti, dicen que tu hermano desapareció- contengo la respiración cuando la chica dice eso.

Las otras no hablan, lo que me hace saber qué tipo de grupo son. ¿Ella? Popular. ¿Ellas? Su sombra.

-Sí, pero ya no está desaparecido- dejo claro.

-Oh, no, claro, no me refería a eso. Solo tenía la duda de cómo ha podido volver a la vida después de eso. Fuiste a su funeral, ¿no?

Sí, el mismo día que al de mi mejor amiga, gracias. Pienso eso pero no lo digo.

-Todos pensaban que estaba muerto, pero no lo estaba- respondo enfadada, aunque sigo teniendo una presión enorme en el pecho y me está empezando a costar respirar.

-Algo como un niño zombi, ¿no?- con eso me tenso, Will me ha contado que le han llamado así en el colegio, y no puedo soportar no estar a su lado para cerrarles el pico a todos los que le llaman así.

-¿Qué quieres?- pregunto cansada de escucharla.

-Este viernes hay una fiesta de Halloween, en mi casa. ¿Por qué no vienes? Digo, hay mucha gente que dice que eres débil y tonta, pero yo no pienso así

-¿Ah, no? ¿Y qué piensas sobre mí?- la reto.

-Pienso que tienes potencial, pero que lo escondes. Que eres tímida para pasar desapercibido, pero que en realidad puedes dejar esa fachada atrás y ser valiente y vivir tu vida- ¿en serio piensa eso?

-No puedo, tengo que ir a visitar a mi familia por Halloween

-Vamos, no seas tonta y ven

-Tal vez a la próxima- siento decepcionarla, pero prefiero hacerlo con ella que con mi familia.

-Al menos ve a una fiesta en tu barrio o algo, prueba a liberarte, seguro que encuentras a tu verdadera yo en tu interior- me aconseja.

-¿Mi yo interior?- murmuro.

-Sí, ese que veo yo. Cuando vengas, ya me contarás- dice guiñándome el ojo para después irse con sus dos perros detrás.

Eso ha sido raro. No creo que esa chica vea eso en mí, solo lo ha dicho para sacar mi lado rebelde. Y yo no soy así. ¿No?

En la cafetería entra un grupo de último año, todos chicos. Cojo algo de comida y voy hacia la salida, pero ellos se ponen en mi camino en cuanto me ven.

-Vaya, vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí?- dice uno cogiéndome por los hombros.

-Dejarme en paz- digo intentando zafarme de su agarre, pero él aprieta más.

-¿No quieres divertirte? Tenemos una sala de juegos en el ático. ¿Quieres venir?- dice otro chico con doble intención.

-Con vosotros no iría ni al fin del mundo- les escupo.

-Al parecer tiene carácter la niña- dice el que me tiene agarrada por los hombros.

-Vamos Chad, suelta un poco tu agarre, la estás haciendo daño- dice otro chico, pero de manera divertida, así que solo está bromeando.

-Pobre chica frágil y sensible. ¿No eres capaz de soportar esto?- pregunta el tal Chad apretando su agarre, me quejo en voz alta.

-Chad, para, le estás haciendo daño- dice uno, esta vez realmente preocupado.

-¿En serio, Tyler? ¿Te has ablandado por la nueva?

-Déjame- le pido.

-No, cariño, la diversión acaba de empezar- dice Chad.

-Ha dicho que la sueltes- una voz grave entra en el lugar, es un chico que me saca dos cabezas de lo alto que es, y muy muy guapo.

Chad me suelta inmediatamente y da dos pasos hacia atrás, como si le intimidara ese chico. Y cuando sus amigos hacen lo mismo, entones entiendo que sí, están todos intimidados por el chico.

-Vete- me dice el chico alto, y no tardo ni dos segundos en salir corriendo, sin la comida.

Llego a mi habitación y cierro la puerta cansada de correr, jadeando y con falta de aire.

-¿Qué te pasa?- pregunta Bella levantándose de su cama, alerta.

-Mi mochila...- digo respirando muy deprisa, no consigo mantener el equilibrio y me deslizo por la puerta hasta el suelo- Mi mochila...- digo señalándola.

-¿Tu mochila? ¿Quieres que te de algo de tu mochila?

-Sí...sí- digo con dificultad, ella hace lo que le pido y saco un inhalador.

Y aquí viene el problema.

No os he contado mi estado de salud.

(2) Insecurities (Steve Harrington)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora