Capítulo 23

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Grito con todas mis fuerzas mientras disparo a todo demoperro que se mueva, consigo matar a dos pero se me acaban las balas en seguida.

Y ya es tarde, otros dos están atacando a Ethan y cuatro de ellos a Bob.

-¡Hijos de puta!- les grito tirándoles la pistola a la cabeza, le doy a uno que grita hacia mí enfurecido.

-¡Lydia, vete!- grita Ethan, mientras hace sonidos de agonía y de dolor.

-¡No!- me quedo en el suelo llorando como nunca antes lo he hecho, Hopper no me ayuda a salir porque está intentando que mi madre no vaya detrás de Bob.

Oigo unos pasos rápidos pero no me doy la vuelta para ver quién es, no me importa, ni aunque fuera un demoperro.

-Vamos- alguien se agacha a mi lado y me obliga a pasar un brazo por sus hombros.

Con una gran fuerza consigue levantarme del suelo y hacer que camine, pero yo solo tengo ojos para Ethan.

-¡Ethan!- grito con la poca voz que me queda- ¡No! ¡Suéltame!- pero la persona que me está sujetando no me suelta en ningún momento.

Las puertas se cierran cuando salimos del edificio, dejando dentro a los demoperros, dejando dentro el peligro. Dejando dentro a Bob, a Ethan, a Nick...

Dejando dentro mi alma.

Me dejo caer al suelo tan de repente, que la persona que me estaba sujetando no lo prevee y no me sujeta a tiempo.

El aire me falta e intento respirar, pero no hay aire que llegue a mis pulmones.

-Lydia, tenemos que irnos, levanta- cuando abro los ojos, me doy cuenta de que es Steve.

Steve ha entrado a por mí, ha venido aquí a por mí y me ha sacado...

-No quiero, no puedo...- digo respirando más deprisa, pero solo salen sonidos ahogados.

-Respira conmigo, ¿vale?- me pide, y yo lo hago, al parecer funciona porque algo de aire llega a mis pulmones- Muy bien, ahora tenemos que irnos

-¡Subid! ¡Rápido!- grita Jonathan derrapando con su coche justo frente a nosotros.

Steve se mete conmigo y con Bella en el coche de Hopper, mientras mi madre, Will y Mike van en el de mi hermano mayor, que tiene en el copiloto a Nancy.

Paramos en la entrada y Hopper les ordena a Dustin, Lucas y Max que entren en el coche en seguida, ellos lo hacen a pesar de ver el miedo en sus ojos.

Y nunca olvidaré cómo me han mirado.

Sé que sienten lástima por mí, pero ahora no necesito eso.

Llegamos a nuestra casa y la mayoría entra corriendo, Hopper ayuda a bajar a los niños pero yo no me muevo.

-Lydia, tienes que moverte, ¿vale?- dice Steve, pero no le escucho, porque tengo la cabeza llena de imágenes de Nick y Ethan.

-Lydia, vamos- Hopper tira de mí para levantarme y me coge en sus brazos para ir hacia la casa, me deja en el suelo con la espalda apoyada en la pared, ya que han dejado a Will en el sofá.

-¿Dónde están tus pastillas?- pregunta mi madre, pero yo niego con la cabeza mientras las lágrimas siguen saliendo de mis ojos- ¡Lydia! ¿Dónde están tus pastillas?- sé que no está enfadada conmigo, que solo es por lo de Bob.

-No...- murmuro, Hopper aparece con mi bolso en la mano, saca el bote con la única pastilla que me queda- ¡No!

-Tienes que tomarte esto- dice Hopper, me coge a la fuerza la cara y me mete la pastilla dentro de la boca mientras hago lo posible para que no lo haga.

Pero es imposible, porque lo acaba haciendo igual.

-¿Cuánto tarda en hacer efecto?- pregunta Nancy.

-20 minutos- dice mi hermano, que se agacha a mi lado y me quita el pelo de la cara, que se me ha pegado con el sudor- Siento no habértelo dicho

-Johnny...- digo derrumbándome otra vez, le abrazo con fuerza- Lo siento...

-No tienes que sentir nada, todo va a salir bien- me asegura.

-Vamos al baño a lavarte- dice Bella agachándose, me pasa un brazo por sus hombros y me ayuda a levantarme.

Llegamos al lavabo y ella me pasa el cepillo por el pelo mientras me miro al espejo, apoyada en el lavabo.

-Lo siento Bella, lo siento muchísimo- me disculpo.

-No ha sido tu culpa, nosotros decidimos venir- dice con una cara inexpresiva que no me permite saber qué está sintiendo en realidad.

-Ya, pero yo os conté todo y...lo siento

-Lydia, después de esto yo no...no creo que pueda seguir...

-Lo entiendo, entiendo que quieras alejarte. No te preocupes, el año que viene volveré de todos modos. ¿Puedes...dejarme sola un momento?

-Claro- me acaricia la cabeza y sale del baño, me miro en el espejo con rabia y con lágrimas en los ojos, cojo el peine con tanta fuerza que mis nudillos se vuelven blancos.

Tengo los ojos rojos y uno de ellos un poco morado por lo de anoche, la herida del pómulo sigue igual, también la de la mandíbula. Pero parece que toda la energía me ha absorbido, parece que llevo días sin comer y sin que me de el sol de lo pálida que estoy, y las bolsas de debajo de mis ojos se han vuelto moradas.

-¡Joder!- grito tirando el peine con fuerza al espejo, consigo romper solo una parte, que cae a mis pies.

Del esfuerzo me dejo caer hacia atrás pero aparece Steve y me coge antes de que toque el suelo, me deja sentada en el suelo y cierra la puerta.

No dice nada, solo me ayuda a levantarme y deja una camiseta y unos pantalones en el retrete.

Me quita la camiseta de lana y me quedo con la negra de tirantes que llevo debajo, la cual está llena de sangre, igual que mis brazos, mi cuello y mis manos. Oh, y mis pantalones.

Steve coge mis manos y las mete debajo del agua, echa jabón y restriega para quitarme la sangre seca de...Nick.

Le miro a través de lo que queda de espejo y dejo de llorar para observarle, mi corazón bombea con fuerza.

Creo que me acabo de enamorar otra vez.

(2) Insecurities (Steve Harrington)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora