Karera wa doko ni iru?

02

Para mejor experiencia, escuchar el one short de arriba mientras lee el párrafo con este signo ●, solamente es un párrafo, además la canción no es muy larga.

Gracias por su atención

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Los meses iban transcurriendo, el pequeño presentó síntomas de mareos y vómitos en los primeros meses, luego, las náuseas cambiaron a antojos de comida.

El niño mayor se hacía cargo del menor, lo cuidaba el doble que como lo cuidaba antes, el había leído en libros sobre cosas de embarazos, y toda esa información, era de mucha ayuda.

La pancita del pequeño ya era un poco notorio, aunque, el aún se seguía preguntando de como termino embarazado, cuando en realidad, el con su mejor amigo, nunca tuvieron relaciones, eran muy pequeño como para hacer esa clase de tipo de cosas.

Su amigo, a veces lograba convencer a los encargados del orfanato, traer un poco de comida algo desente, a pesar de que el pequeño no podía comer lo que le pedía el bebé, se conformaba con al menos saciar su hambre.

Mientras su amigo recibía un severo castigo en otra habitación, el acariciaba su vientre, mientras tarareaba y cantaba una canción, tratando de distraerse, para no poder escuchar algunos gritos de su amigo, ya que tenía miedo.

●—Tada, tada, ikiruno waiya da~!
Sekai wa, zankoku da
Soredemo kimi wo aisu yo!
Nani wo gisei ni shitemo
Soredemo, kimi wo mamoruyo!

Cantaba con ternura, dedicando esa canción a su hijo o hija.

De repente la reja se abrio, y ingreso su amigo muy malherido, pero que traía consigo algo en las manos.

—¿¡Estas bien!?- pregunto el menor, preocupado al ver a su amigo en ese estado.

—N-no deberías de moverte, debes de-descansar.

—¿Porque, t-te castigaron?

—Est-esta ves, n-no lo comprendí, pe-pero.....me imagino.... que f-fue por esto — comentó enseñándole una barra de chocolate — Dijiste que t-tenias antojo de al-algo dulce.

—N-no debiste hacer eso...—dijo tomando el chocolate.

—Es importante que comas, a-al estar en ese estado.

—Oye....

—¿Si?

—¿Quieres la mitad? La verdad no tengo mucha hambre...

— No, no tengo hambre...

—Pero quiero dartela...—dijo partiendo la barra en dos y acercándose la mitad.

El niño mayor miraba con deseo la barra, pero sabía que los antojos del menor seguirían.

—Guardala para cuando tengas antojos otra vez.

El menor asintio con la cabeza, y aguardo la mitad para más tarde.

—¿Porque tenemos que pasar por estas cosas? Si yo no estuviera embarazado, probablemente nuestras vidas no serían tan difíciles como lo son ahora.... creo que debimos aceptar la oferta de abortar...

—¡NO! No, nuestra elección fue la correcta, el ser que llevas dentro no tuvo la culpa, ni nosotros, es algo que paso repentidamente, además, yo siempre estaré estaré a tu lado, no importa lo que pase, siempre te protegeré.

—¿Lo prometes?

— Lo prometo — dijo abrazandolo, sellando la promesa.

El menor llevaba 6 meses de embarazo, en los casos de los embarazos en hombres era un poco más complicado al de una mujer, y más complicado al ser apenas un niño que aún no se desarrolla bien.

El mayor sigue buscado respuesta a lo del embarazo, ya que no saben ni como se proqueo el pequeño ser, pero tenía sus sospechas, que probablemente serían sus habilidades, pero era algo sin sentido.

Los cambios de humor no eran tan problemáticos, ya que, el menor siempre se mantenía junto a el, y si se peleaban, el menor siempre buscaba la manera de ser perdonado, o de perdonar.

Juraron ser los mejores padres que ese bebé podría tener, pese a su edad, pero la vida no sería tan fácil, como para dejarlos ser felices.