🎄14🎄

1.3K 132 22
                                    

Para ser sinceros, los primeros días no fueron para nada fáciles, Atsushi y Akutagawa peleaban constantemente por cosas sin sentido, pero trataban de no llegar a los golpes, era sólo un revoltijo en la casa de Akutagawa.

Muchos sabían que esos dos no aguantarían una semana juntos, y Kyoka esperaba pacientemente el regreso de Atsushi al departamento.

Pero gran fue su sorpresa al verlos discutir menos en las misiones después de un mes, al parecer interactuaban más y agarraron un poco más de confianza uno del otro, a tal punto de poner su vida a manos del otro, algo que sorprendió a muchos, incluso Dazai se preocupó de que accidentalmente se hubieran comido sus hongos venenosos.

Pero algo que nadie sabía, es que, además de hacer una tregua, las peleas sin sentido estaban dañando a Yumeno, a tal punto de que se quisiera ir de regreso al sótano donde vivía antes, algo que preocupó a sus padres, y le prometieron no volver a pelear por cosas absurdas, no querían perderlo de nuevo sólo por sus estupideces.

Entre los tres se empezaron a contar sobre sus pasados, sobre sus gustos y disgustos, sus pasatiempos, sus miedos, para poder formalirizar un lazo familiar, aunque ni Atsushi ni Akutagawa se acostumbraran a los apodos de "mamá" y "papá", sabían que Yumeno sólo era un niño, y era normal que los empezara a llamar así, ya que no debían de asistir a sus puntos de trabajo, Atsushi se dedicaba a las tareas del hogar mientras Akutagawa trabajaba en su oficina que estaba en su casa, ambos trataban de transmitirle el amor que merecía Yumeno, tratando de que se sienta amado y protegido, tal y como ellos quisieron sentirse de pequeños.

La Navidad estaba cerca, y los jefes decidieron celebrarla juntando sus organizaciones, nadie puso un pero, entre todos se repartieron las listas que les tocaba llevar en la noche para poder celebrarla.

A la joven familia le tocó llevar los bocadillos, no era tan complicado, Akutagawa se encargaría de pagarlos mientras Atsushi los escoge.

Iban de camino al punto de encuentro en donde se llevaría a cabo la fiesta, la nieve empezaba a caer por todos lados.

- Mamá... ¿cuanto falta?-pregunto Yumeno perezoso y cansado.

-Nos falta poco Yumeno, ya casi llegamos.

Ambos sostenían a Yumeno de cada lado en sus manos, apesar de que Yumeno tiene 8 años, su comportamiento con sus padres es de 6 años, no podía pedir nada más, tiene todo lo que siempre deseo, unos padres.

Llegaron al punto de encuentro, era una gran casa, Akutagawa tocó la puerta y los tres fueron recibidos por Dazai que tenía ensangrentada la nariz, algo que no les sorprendió, entraron y empezaron a ayudar a sus superiores a decorar el lugar antes de que los demás llegaran.

Mientras los mayores se encargaban de la decoración, Yumeno se entretenía con Aya jugando, al principio Aya le tenía miedo por su apariencia y su muñeco, pero terminó por agarrar confianza y cariño.

Karera wa doko ni iru? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora