Capitulo 5

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                                  Perdonar no te hace débil, te hace libre.

—Sabes Pierce en esta vida se supone que das lo que recibes y dicen que debes tratar como te tratan, pero en realidad eso solo te hace igual a los demás, miserable, ¿sabes que es lo correcto? —negué. —Correcto es que des aquello que te gustaría recibir, que trates como te gustaría ser tratado pues eso te hace diferente a alguien que ama arrancar rosas y destruirlas, tú harías lo correcto en lugar de arrancarlas las regarías y cuidarías porque tú Pierce conoces el dolor y sabes que no es bueno estar ahí por eso sé que en medio de un camino oscuro tú serás un enorme foco de luz.

Sonrió ante el recuerdo de las palabras del director. Esta bien perdonar si eso te ayuda a sanar.

Yzan no me dirige la palabra desde aquel día, él simplemente me da un saludo de boca cerrada cuando nos vemos en los pasillos no negare que he sentido el impulso de ir y hablarle pero siempre que lo intento algo me detiene.

—Hola. —Tomo asiento junto a Yzan quien centra su mirada en mí, sus ojos ya no están llenos de burla como hace unas semanas atrás solo puedo ver una mirada llena de angustia y dolor, una mirada que grita por sanar todas las heridas que guarda—. ¿Te encuentras bien?

—Y-yo... si —Se contiene al hablar, entiendo que sea algo incomodo luego de lo que ha pasado.

—Puedes contarme que te sucede, puedes hablar conmigo. —Arruga la nariz y sonríe amargamente.

—Hace unos días dijiste que mi presencia te molesta y ahora me pides que hable contigo. —Se burla en tono bajo pero aun así el dolor que refleja su voz llama mi atención —Tu hermana hizo lo contrario, me prometió que estaríamos juntos y un día simplemente se fue y no la volví a ver mientras que tú me pides que me vaya y luego regresas para decirme que escucharás mis palabras, quien los entiende tal vez es algo de hermanos.

—Lo lamento no quise ser grosero en realidad me sentía extraño nunca he intentado ser cercano a alguien y  mucho menos contigo cuando las cosas entre ambos han sido tan tensas creo que no supe cómo manejarlo.

Sonrió y continúo.

»Perla nunca me dijo tu nombre lo admito, pero siempre me contaba de un chico de su escuela que la hacía sonrojar, me contó que ese chico era su mejor amigo pero que ella ya no lo veía con los mismos ojos. —Sonreí al recordar la cara de frustración de mi hermana—. Una tarde después de clases llegó a casa con una gran sonrisa y me contó que su mejor amigo le había confesado sus sentimientos ese día su sonrisa no se borró, no hasta que tiempo después le comenzaron a dar ataques respiratorios fuertes que en su niñez no sucedían, recuerdo cómo sus ojos fueron perdiendo el brillo tan hermoso que tenían.

Aprieto los labios mientras recuerdo oírla llorar por tener aquella enfermedad, recuerdo oírla suspirar por última vez y ver sus lágrimas caer.

Trago el nudo formado en mi garganta.

—Soy un miserable que no supera la muerte de la chica que ama aun no asimiló que no la volvere a ver, todavía no entiendo y tampoco lo haré. —Mira al cielo con los ojos un poco humedecidos—. Nuestra historia tuvo un bonito inicio pero no tuvimos la oportunidad de llegar más allá.

Ambos estamos sentados debajo de un árbol en el patio del instituto, ninguno dice nada solo nos quedamos en silencio. Perdimos un pedazo de nosotros, algo invaluable y ahora nos toca aprender a aceptar que por mas que lo deseemos ella ya no volverá.





Grace

Me encuentro en la habitación de Carla mientras me cuenta acerca de la salida que tuvo con un universitario el sábado por la noche, ella no para de hablar de lo caballeroso que fue y lo guapo que es, aún no me muestra alguna foto de él para saber qué tal se ve.

Es fin de semana por lo cual nos encontramos tiradas en su cama mientras vemos un maratón de stranger things en Netflix.

—Podrías mostrarme alguna fotografía de él —Ella deja de hablar y me observa con los ojos bien abiertos para luego toser varias veces debido al vaso de jugo que tomaba mientras hablaba, me acerco a ella y golpeó suavemente su espalda—. ¿Tan guapo es que no quieres mostrármelo?

—No, es solo que no tengo fotos de él, no lo creí importante. —Hago como que le creo, obvio me parece extraño su comportamiento pero confío en que tarde o temprano me lo contará —¿Qué hay de ti?

—No pasa nada —Hago un puchero y achicó los ojos.

—¿Algo que no sepa aún querida amiga? —Yo también quisiera saber lo mismo sobre ti Carla. —¿Por qué me miras así?

—¿Así como?... Judas, perdón, Carla. —Rompo en carcajadas al ver la cara de desagrado que pone.

—Eso no fue gracioso. —Me lanza una almohada y está da justo en mi rostro—. Pero enserio Grace que ha pasado, algo que contar

Pienso en lo de hace unos días, en cómo Pierce me acorraló entre sus brazos y siento mi cara arder, no lo he visto desde entonces aunque también he evitado encontrarlo por los pasillos del instituto.

—Pues Pierce y yo estuvimos encerrados en el baño de chicas, estuvimos muy cerca —Junto mis manos para darle más énfasis a mis palabras—Pero no hicimos nada

—¿Encerrados? —Alza una ceja—. En qué parte de su historia me quede

—No fue nada importante además no volverá a pasar porque no quiero distraerme, lo primordial en mi vida es el básquet. —Digo firmemente pero al ver el rostro sin expresión de Carla me arrepiento—. Eso se escuchó horrible lo lamento sabes que tú y mi madre lo son todo para mí.

—Lo sé, es más que obvio que nadie puede vivir sin mí. Creo que deberíamos de relajarnos, ¿quieres salir?

—Vaya cambio de conversación —río. —Pero tienes razón necesitamos relajarnos

—¡Genial por qué mañana Steven estará dando una gran fiesta!

—Lo tenías todo calculado. —Le reprocho.

—Si, soy todo un genio. —Asiento antes de tirarle un cojín y continuar nuestra charla.

Nunca debí ir ahí...

El Punto Débil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora