Capítulo 8

14 5 1
                                    

Residencial Castt.

Nunca me había alegrado tanto por haber llegado a casa como lo hice el día de hoy aunque me arrepentí al solo escuchar la potente y demandante voz de mi padre. Por el tono de voz que usa me doy cuenta que no se ha dado cuenta de mi presencia, pienso en irme en irme a algún lugar y volver más tarde pero la débil voz de mi madre me lo impide.

—Patrick por favor acéptalo, ambos sabemos que este matrimonio está roto. —Me acerco sigilosamente a la cocina donde se encuentran ambos, puedo ver claramente la cara de mi padre quién esta bastante molesto mientras que mi madre me da la espalda algo tensa. Trato de escuchar mejor —Estoy viendo a alguien más.

Instintivamente observo la reacción de mi padre esperando una expresión de alivio por qué ya no tendrá que seguir con mamá y podrá dejarnos sin ningún arrepentimiento pero eso no sucede, el da un paso hacia ella de manera amenazadora y aprieta los dientes, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando lo veo formar puños con las manos.

—Qué has dicho Elizabeth. —Mi madre lo vuelve repetir con un poco de torpeza—. Mientras estoy trabajando para traer dinero a la casa tu estas con otro, quien te crees que eres. —Vi como ella apartó la mirada —Dejarás de verlo.

—No te he sido infiel con él por eso te lo estoy diciendo, no te estoy pidiendo permiso. —Aclara—. Nos estamos conociendo además tú que derecho tienes para decirme que no lo vea si me has engañado durante más de un año, que tan miserable tengo que ser por ti, no soy un objeto ni tu esclava, soy una persona adulta que puede decidir sobre si misma y he decidido que quiero divorciarme de ti.

—Yo soy el hombre aquí puedo hacer lo que se me plazca, no te creas que puedes ir dejándome en vergüenza frente a los demás.  —Mamá guarda silencio y se encoge en su lugar mientras él le grita—. Te vas a lamentar de haberme provocado. 

Vi como impulsaba su brazo para golpear con sus manos el rostro de mi madre y mi primer instinto fue ponerme en el lugar de ella y recibir el golpe, sentí como mi mejilla comenzó arder y un sabor metálico se instaló en mi boca. Levanto la mirada hacia mi padre pensando ver algo de culpa pero no, nuevamente me había equivocado con él.

Este hombre quien rayos era, este no era mi padre.

—Pierce esto es un asunto entre tú madre y yo... —Gruñe molesto—. Sube a tu habitación ahora.

Sonrió con dolor.

—No soy un niño papá, no subiré a ninguna habitación y menos ahora que se que eres capaz de golpear a tú propia esposa. 

—Ella se lo ha buscado así que sube a tú habitación o será peor. —Miro de soslayo como el cuerpo entero de mi madre se tensa tras escuchar eso.

—Ya no te conozco, no voy a dejar a mi madre con un desconocido. 

—Pierce —Murmura molesto pero lo ignoro dándole la espalda y caminando hacia mi madre —. Tú también quieres pasar por sobre mi autoridad en este lugar. 
 
—Papá reacciona, estas mal. —Lo encaró—. No te dejare lastimarla, la defenderé así tenga que enfrentarte a ti y a todo el que venga.

—Sube a tú habitación ahora. —Demanda mientras se acerca a nosotros como una animal furioso.

—¡Golpéame a mi y se un poco mas hombre! —Siento mi mejilla doler al decir aquello debido a su golpe.

—¡Patrick no por favor! —El grito de mi madre me hizo darme cuenta de que mi padre se había lanzado sobre mi y golpeaba mis costillas una y otra vez.

—¡Hoy aprenderás a respetarme! —Con la poca fuerza que reuní lo aparté con un golpe en su pómulo derecho.

—Eres la única vergüenza papá de esta casa papá —Lo vi suspirar con fuerza lleno de ira y tomar el cuello de mi suéter, todo paso muy rápido solo sentía mi cabeza palpitar cuando me lanzo al suelo y mi columna dolió por el impacto. En eso escucho como comienza a quitarse el cinturón de cuero de sus pantalones.

El Punto Débil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora