Capitulo 19

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Realidades..

Abro mis ojos lentamente pero termino cerrandólos hasta poder acostumbrarme a la luz, cuándo siento que ya puedo abrirlos lo hago pero de igual forma el resplandor lastima mis ojos. Mis pies están ocultos bajo una manta blanca, observó cuidadosamente la habitación pintada de blanco e intento levantar mi brazo pero siento un pinchazo y es cuando me doy cuenta de que me han colocado suero introvenosa.

Estoy en el hospital aún.

—Pierce —Miro hacía una de las esquinas de la habitación y veo a Yzan sonreírme desde un pequeño mueble, su cabello se ve desalineado y parece que ha dormido mal pues las manchas bajos sus ojos son muy obvias—. ¿Cómo te sientes amigo?

—Mmm bien. —Mi voz sale ronca y baja, siento mi garganta seca—. Agua

—¿Agua?, ¿quieres agua? —Alzo una ceja y giro los ojos—. ¡Ahora mismo la traigo! —Veo como sale apurado y me deja solo en la habitación, mis ojos caen en el vaso de agua sobre la pequeña mesita junto al mueble.

—Estupido. —Gruño antes de intentar levantarme pero al hacerlo mi cabeza duele y siento un fuerte mareo.

Alguien toca la puerta y segundos después la abre.

—¿Cómo se siente Joven Colligan? —El doctor que me ha estado cuidando en estos últimos días de adentra a la habitación y comienza a chequearme.

—Me siento bien. —El analiza mi rostro y asiente—. Podría darme agua por favor...

Me aclaro la garganta y el sonríe ante mi petición.

—Claro que si. —Veo como camina hacia la pequeña mesa y sostiene el vaso de agua entre sus manos para luego pasarmelo.

Tomo un trago y agradezco la paz que siente mi garganta al instante.

—¿Ya me puedo ir de aquí? —Interrogó antes que nada.

—De eso venía a comentarle —Confiesa—. Su cuerpo se encuentra todavía recuperando fuerzas pero está mejor que la primera vez que llego pero quiero que tenga en cuenta que aún necesita alimentarse correctamente y tomar los medicamentos que le hemos recetado a sus tutores.

—Bien lo haré.  —Aseguro casi de inmediato.

—Excelente, también quería hablarle de algo importante y delicado como lo es su salud mental.

Bajo la mirada y guardo silencio, esas palabras me inquietan.

—Hemos agendado junto a sus tutores una cita con uno de nuestros sicólogos.

¿Qué?

—No tengo ningún problema con mi salud mental. —Susurro pero es como si tratara converserme de ello.

—Joven Colligan lamento comunicarle que a mostrado signos de ansiedad aparte tiene un desorden alimenticio y la última vez que estuvo consciente fui testigo de como tuvo un ataque de pánico, hemos descubierto que está atravesando una fuerte depresión, tiene traumas por eso continuamente ha tenido pesadillas, usted mismo lo comento la última vez.

»El maltrato doméstico y las continúas acusaciones de sus padres han creado en usted un sentimiento de culpa y un desgaste emocional que debe de ser tratado ahora, su salud mental están importante como la física.

Muerdo mi labio inferior y antes de poder decir algo la puerta es abierta.

—Aqui está el agua... —Yzan frunce el ceño al ver mis manos sujetar un vaso con dicho líquido—. ¡Oh!, llegue tarde...

—Su primera cita será este viernes en la tarde, sus tutores ya están informados.

Yzan mira al doctor con curiosidad y luego a mí.

El Punto Débil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora