Capitulo 9

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La semana me la he pasado tan distraída y confundida que hasta Scott uno de mis compañeros se ha dado cuenta de que algo va mal conmigo y no es precisamente algo sino alguien.

Pierce.

Él ha estado toda la semana cabizbajo además he notado nuevos golpes en su rostro, intenté acercarme a él pero siempre logra alejarme y es desesperante saber que alguien lo está lastimando y no poder hacer nada para ayudarlo porque el mismo se aleja.

Observó al maestro hablar pero no presto nada de atención a lo que dice es como si mi cuerpo estuviera presente pero mi mente se encontrará divagando, ahogó un quejido cuando siento la piel de mi brazo doler, miro a Scott cabreada mientras el levanta las manos en señal de paz y se inclina hacia mi asiento para poder susurrarme algo sin que el maestro lo cache.

—¿Qué te pasa Grace? —Susurra.

—Nada. —Le respondo en el mismo tono de voz.

—Si no tuvieras nada creo que tal vez hubieras anotado los ejércitos para el examen de mañana.

Abro los ojos hasta más no poder y en efecto cuando observó el pizarrón el maestro ha terminado de borrar unos apuntes, pero ha dejado el tema el cual dice próximo examen, quedo pálida y miro que a mi alrededor todos guardan sus materiales y salen del salón.

—¿Pero?

—Tranquila soy un buen compañero así que aquí tienes estos son los apuntes. —Me extiende un pequeño papel el cual no dudo en agarrar y guardar en mi bolso.

—Muchas gracias, Scott. —él sonríe mientras le resta importancia al asunto con un encogimiento de hombros.

—Para eso son los amigos, que tengas un lindo fin de semana.

Se posiciona delante de mí y sin esperarlo se agacha hasta estar cara a cara conmigo y besa mi mejilla, hago una mueca y lo apartó bruscamente de mí.

—¿Qué haces?

—Solo fue un beso amistoso en la mejilla no pensé que te molestaría.

Me quedo callada mientras lo observó con los labios apretados, el tras un suspiro me mira y se marcha eso ha sido incómodo.

Salgo del aula y me paseo por los pasillos del instituto, analizó todo esperando ver a alguien entre el mar de estudiantes y cumpliendo feliz con mi objetivo. Desde donde estoy puedo verlo salir del salón de artes, lo sigo en silencio mientras pienso en que le diré al tenerlo al frente.

—Pierce —Toco su hombro, confundido se da la vuelta y me mira con el ceño levemente fruncido.

—Grace, pasa algo. —Me pregunta incómodo, intento no ver demás los moretones en su rostro pero siento mi corazón encogerse ante aquella imagen.

—Necesito tu ayuda —Quiero golpearme la cabeza al decir aquello.

—¿En que podría ayudarte?

—Tengo un proyecto, ¡sí!, tengo un proyecto súper importante y... —Miro el rastro de pintura en sus manos—. Es sobre el arte, la maestra quiere que hagamos algo relacionado al arte, tengo los apuntes en mi cuaderno pero realmente no entiendo nada.

Él asiente.

—Bien, ¿mañana en la biblioteca?

—¡No! —Lo veo apretar los labios y suspirar.

—¿Entonces como te ayudo? —Pregunta.

—El sábado en mi casa, te estaré esperando.

—¿Qué? —Sus labios tiemblan y veo la duda asomarse en su mirada.

El Punto Débil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora