Capitulo 25

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|Citas|
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Intento concentrarme en el lienzo que esta frente a mi pero solo logro ocasionar pequeños accidentes en el cuadro. Mis manos tiemblan un poco pero intentó mantener la poca calma que me queda.

Mi cabeza es un lío.

—¿Pasa algo, Pierce? —Ibel me observa con los ojos entrecerrados y observa el cuadro con los labios en una línea.

—Estoy tratando de concentrarme. —Admito, ella me sonríe y toma asiento junto a mi. Sus manos están llenas de pintura azúl celeste.

—Por lo visto no lo estás logrando...

Bufo mientras me recuesto de la silla y trago seco antes de mirarla y hablar.

—Estoy en problemas—...—Pasado mañana es la exhibición y aún no termino mis cuadros.

Ibel resopla con cansancio y pasea su mirada del cuadro a mí.

—¿Qué te tiene tan distraído? —Abro la boca pero la cierro de golpe—. Es la Capitana de nuestro equipo de básquet, ¿cierto?, la chica que nos interrumpió hace un tiempo en el comedor.

—Puedes simplemente decir, Grace. —Comento. Ella suelta una carcajada.

—Sabia que esas miradas que compartían en la cafetería no eran ilusiones además ella...

Arrugó las cejas y la invitó a continuar.

—¿Ella que...?

—Bueno, ella no ha disimulado para nada el hecho de que me detesta y más sí estoy cerca de tí. Creo que me odia.

—Grace no sería capaz de odiarte.

Ibel gira los ojos de forma graciosa y me mira como si me faltará un ojo.

—Yo lo haría si ella estuviera sobre mi chico todo el tiempo. ¿Sabe ella que tengo novio?

—No hemos hablado nunca de tí, es más hasta ayer no habíamos hablado durante un tiempo.

—Gracias al cielo. Pero por si se da el caso que no se te olvide mencionar el hecho de que tengo novio y no me interesas de esa manera.

—Ya. —Sonrió

—Entonces esa chica no te deja concentrar, ¿sabes?, deberíamos  hablar más que de pinturas y artistas.

—No sé ha que quieres llegar, te acabo de decir que no he podido terminar el cuadro para la exhibición y tú solo... olvídalo.

Ella sonríe y intenta despeinar mi cabello pero me aparto al ver sus intenciones, no quiero pintura en mi cabeza.

—Trato de saber que es exactamente lo que te impide terminar tu lienzo, ya sé que es sobre Grace pero aún no entiendo el problema. —Admite—. Te gusta, eso es obvio además me atrevo a decir que es mutuo... ¿se lo confesaste y no supo que decir?, ¿te rechazo?

—Tendremos una cita. —Dejo salir para que no continúe con su discurso y juego con mis manos nervioso.

—Oh —Sus ojos me observan expectantes.

—No se que hacer, yo jamás tuve una cita. —Susurro para ella—. No quiero aburrirla.

—Awww eres tan tierno. —...—No es tan complicado tener una cita, tranquilo.

—Permíteme dudarlo.

—Solo se tú mismo, se sincero con ella, llévala a un lugar que signifique para ambos luego comparte algo especial con ella. —Ella toma mis manos—. Estoy segura de que todo irá bien, eres un chico increíble y dulce.

El Punto Débil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora