Capitulo 7

15 5 1
                                    


La observó ingerir lo último de su sándwich con extra-queso y luego beber su batido como si alguien la tuviera amenazada para hacerlo todo rápido, bueno literalmente yo la he estado apresurando pero tampoco le he dicho que se atragante comiendo.

—Carla podrías comer con un poco más de calma. —Aparta la mirada de su bebida y me observa con su semblante duro mientras arruga su nariz—. Podrías ocasionar un accidente comiendo de esa forma.

Aún con la boca llena me responde

—Quién... —Toma de su batido—. Te ha dicho... —Come un poco de mis papitas—. Que puede haber un acci... —Y se atraganta con una papita, su cara se pone roja mientras sus ojos hacen el intento de salirse de su lugar y sus manos buscan agua desesperadamente—. Dame... agua...

Comienza a toser y sostenerse el pecho mientras me apresuró a darle un poco de mi botella de agua, lo bebe y suspira ruidosamente...

—Te lo dije. —Me carcajeo pero me lanza una mirada de muerte que me hace dejar de hacerlo—. tú cara está muy roja, bueno... ahora sí creo que deberíamos de hablar.

—Hablar es todo lo que has hecho desde que llegamos aquí, por tú culpa casi muero ahogada con una papa.

—En realidad fue tú culp... olvídalo —Me retracto al ver su expresión—. Quería disculparme por lo de anoche creo que no actúe adecuadamente, me comporte como una chiquilla malcriada.

—Ya sabía yo que te lamentarías de tus miserias siempre lo haces y yo siempre lo dejo pasar, ¿algo más que no has dicho?

—Lo besé. —digo rápidamente.

—Lo lamento, pero no te entiendo si hablas tan rápido —Ruedo los ojos y me aclaro la garganta para volver hablar.

—He dicho que lo he besado en los asquerosos labios y me siento tan estúpida.

—Amiga que rayos . —Ríe y se levanta a pagar la cuenta dejándome avergonzada y enojada por su comportamiento.

Te lo mereces.

Estúpida conciencia.

—¿Te parece gracioso? —Le pregunto cuando toma otra vez asiento frente a mí.

—Bueno pretendes que lloré., yo te lo advertí y tú me mandaste a volar.

Bufó agobiada y me cruzo de brazos a la vez que apartó la mirada a cualquier otro lugar que no sea su tonta cara.

—De seguro creé que quiero volver a tener algo con él, pensará que aún es relevante en mi vida.

—Me podrías explicar por qué te importa lo que él piense, acaso sus palabras siguen siendo importantes, amiga tú no dependes de tontas suposiciones.

Hablamos un rato y le doy la razón después de hacer las paces, más tarde estoy en mi habitación realizando todas las tareas que tengo pendientes, no puedo permitirme ninguna distracción en estos momentos.

Detengo la playlist que suena en mi pequeña radio y bajo a la cocina por algo de beber mientras tomo un poco de yogurt la imagen de un Pierce bien arreglado hace aparición en mi cabeza el hecho de pillarlo mirándome tan detenidamente hace mis mejillas arder.

—Por dios espero y no me haya visto haciendo alguna idiotez.

Vuelvo a mi habitación y reproduzco las canciones nuevamente luego recojo mi larga cabellera roja en una coleta y continuo ordenando mi habitación, después de casi dos horas y algunas canciones de bangtan mi grupo de cantantes surcoreanos favorito mi habitación parece nuevamente la habitación de una señorita y no un basurero.

El Punto Débil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora