Capítulo 22

9 0 0
                                    

|GRACE|

Han pasado dos meses desde la última vez que hablé con Pierce de manera íntima, como algo más que una amiga el mismo tiempo que tengo sin besarlo y mentiría si dijera que no extraño tenerle cerca pero no todo están malo, en ocasiones almorzamos los cuatro juntos o nos saludamos por los pasillos aun cuando evitamos estar solos.

Eso sería demasiado para mí

A veces hago berrinches cuando lo veo con Ibel, la chica que va a artes con él. Obviamente se que son amigos y ella no está interesada ya que sale con un chico de último año pero mi mente es muy mala para tomar eso en cuenta cuando veo que ambos sonríen y dibujan juntos de vez en cuando.

Yzan le contó a Carla que Pierce ha estado visitando a un sicólogo estos últimos meses y está llevando una dieta saludable bajo la supervisión de su madre quien ahora es la tutora de Pierce muy apesar de que él ya cumplió la mayoría de edad.

Es mayor de edad y se ve cada vez más saludable y sonriente. A veces lo encuentro mirándome fijamente mientras estoy tomando el desayuno con mis compañeras de básquet, trato pero no puedo evitar sonreír como una boba cada vez que lo veo sonrojarse y fingir mirar cualquier cosa. Su cabello está más largo y va teñido de blanco con tonos grises y sus pecas, ¡bendecidas pecas!

Ese chico me tiene mal, realmente mal.

—Mañana es el torneo chicas, las quiero despiertas a todas, necesito sus mentes en el partido de mañana pero sobre todo su rabia y corazón. Esto es una batalla.

Todas escuchamos detenidamente a la entrenadora, hace un tiempo fue nuestro primer enfrentamiento para decidir quiénes pasaban a las finales y gracias al cielo ganamos pero mañana son las finales, tenemos que traer la victoria a casa.

Además abran muchos ojos sobre nosotras y no me refiero a los estudiantes sino a los supervisores que asistirán. Todas queremos llamar la atención pero seamos realistas, no todas lo haremos.

El equipo que enfrentaremos es fuerte pero no tenemos miedo, todo gigante puede ser derrotado. David era pequeño pero pudo acabar con Goliat, creo en Dios y confío en que si pongo esto en sus manos él puede darme la victoria.

—Bien, pueden ir a cambiarse.

Carla me sostiene del brazo y me arrastra con ella, últimamente está más extraña de lo normal y eso no sé cómo interpretarlo realmente, tal vez se deba a que la relación que tenía con el universitario no funcionó y hace poco terminaron. 

—Me arrancarás el brazo cuando sigas presionandolo de esa forma.

—Lo lamento pero era necesario.

Frunzo el ceño y asiento fingiendo estar de acuerdo con que quisiera dejarme sin brazo.

—¿Qué sucede?

—Te he mentido. —Baja la cabeza —No estoy saliendo con ningún universitario.

Suelto un bufido y miro a nuestro alrededor.

—Lo sé. —Admito encogiéndome de hombros.

—En realidad estaba saliendo con Daniels.

—¿Quién es ese?

—Nuestro Director.

—Ah ya —Me encojo de hombros desinteresada hasta que una bombilla se enciende en mi cabeza—. ¡¿espera... qué?!

—No grites por favor

La miro pidiendo una explicación y ella sin titibuteos me cuenta todo, desde el día en que se conocieron hasta como han terminado en estos momentos.

El Punto Débil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora