Capitulo 17

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Un mes después.

Levi llegó corriendo a la casa de Eren, todo agitado y nervioso. Tocó la puerta con desesperación, sin importarle que sus padres despertaran. Cuando la puerta se abrió, sin querer terminó golpeando a Eren en la nariz.

¡AGH! ¡¿Qué haces, imbécil?! ¡Me acabas de romper el tabique, o como sea que se llame esa cosa!.-gruñía sobándose el hueso-.

¡Eren!.-exclamó el azabache, pegando brincos ansiosos-. ¡¿Por qué no estás vestido?!.-

El menor, que seguía tratando de colocar su nariz en donde iba, le miró con el ceño fruncido.

¿Vestido para qué?.-

¡Hoy es lunes, empezamos clases!.-

Eren parpadeó y se quedó mirando al cielo, completamente desubicado.

¿Hoy es lunes?.-

Levi se palmeó la frente y tiró a el menor adentro, ignorando cualquier comentario mordaz que hizo Grisha por, según él, "despertarlo tan temprano sólo por tener un calentón", llevó a Eren hasta su habitación.

¡Vístete! Yo buscaré tus cosas.-dicho esto, comenzó a revisar las cajas que estaban dentro del armario de su amigo, sabiendo que el castaño guardaba las libretas y demás en lo más oculto de su clóset cada vez que salían de vacaciones. Como si deshaciéndose de ellas no volverían a tener más clases.

Cuando consiguió una libreta que estaba casi, casi en buen estado, se giró tras tomar el lápiz y bolso de Eren. El muy idiota seguía parado con una expresión confundida, mirando a Levi con los ojos desenfocados.

¿Qué diablos estás esperando? ¿Acaso quieres que te vista yo también?.-refunfuñó Levi guardando todo en el bolso-.

Es que yo pensaba que hoy era sábado.-dijo con un puchero, antes de dar un bostezo y acostarse lentamente en su cama-. No quiero ir a la uni. Que te diviertas.-murmuró tapándose con una cobija, misma que fue arrebatada por el menor rápidamente-.

¡Estás demente si piensas que voy a ir solo! ¡Si el barco se hunde, nos comerán los tiburones a los dos!.-

Eren aumentó su puchero y se abrazó a sí mismo, como diciéndole a Levi "no necesito la estúpida manta para seguir durmiendo, crédulo". El mayor emitió un ruidito desesperado antes de jalar la pierna de Eren para intentar sacarlo de la cama. Lo cual hubiera resultado si el chico no se hubiese aferrado al copete para evitarlo.

¡Eren, por el amor al cielo, deja de ser un jodido niño!.-exigió jalando con más fuerza su pierna-.

¡Noo! ¡No quiero seguir jugando a la escuela!.-lloriqueó aferrándose con más fuerzas al respaldo-. ¡ME ARRANCAS LA PIERNA, LEVI!.-

¡Entonces deja de hacer tanta aversión y saca tu trasero de la estúpida cama!.-

¡Jódete!.-

¡¿Se puede saber qué espera Eren para levantarse?!.-gritó Connie al patear la puerta, irrumpiendo en la habitación-.¡Llevamos media hora esperándolos en la esquina!.-

Un señor se nos acercó a preguntarnos cuánto cobraba Hanji.-rió Jean-.

La castaña le pegó un codazo, avergonzada.

No es gracioso ¡Yo no tengo cara de puta!.-

Yo lo único que sé es que nos veíamos bien divinos en esa esquina.-dijo Rivialle chasqueando los dedos y batiendo su cabello imaginario por sobre su hombro-.

Erwin lo miró un par de segundos antes de girar hacia Hanji.

¿De verdad te dejas dominar por... eso?.-Hanji se sonrojó furiosamente-.

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