Capitulo 13

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Al día siguiente, Eren decidió que hacer cucharita no era tan malo, al menos no tanto como amanecer con Levi tumbado sobre su espalda, haciendo que hundiera el rostro en la almohada por todo el peso sobre su cuerpo.

Suspiró y se removió, tratando de ignorar la erección matutina del tipo. Por Dios, ¿Cómo podía tener una tras correrse, al menos, cinco veces en la noche? El pene de Eren estaba suplicando clemencia, pero no tanto como su maltratado, y violado esfínter.

La noche anterior había sido confusamente excitante, pero él no podía sentirse complacido, al menos no moralmente.

Ahora él también era infiel ¡Bravisimo! Si los triángulos amorosos eran complicados, esto que estaba sucediendo era ya como un cuadragono de infidelidades y atracciones tóxicas.

Suspiró y trató de zafarse de nuevo, consiguiéndolo para su sorpresa. Levi se apartó quejándose y terminó boca arriba, respirando con la boca abierta y un hilo de saliva escurriendo por un costado. Eren se rió y se sentó. Le hubiera tomado una foto, si no tuviera ya decenas de ellas en su celular así y mucho más embarazosas.

Era difícil creer que este era el mismo chico que anoche lo había azotado, clavado contra el colchón, y amordazado y amarrado a la cama.

Pasaron tantas cosas ayer, ah.

Abrazándose las piernas, el castaño pensó en cómo esto había empezado a convertirse en más que sexo. Porque lo era ¿no? Esta necesidad, este deseo crudo de estar con el otro era inexplicable. Pero más ilógico era la forma en la que el mayor tendió a demostrárselo; esa actitud de hombre cruel y declinante le había puesto, en consecuencia, extremandamente condescendiente. Era algo atemorizante saber que ya empezaba a adaptarse al estado de humor de Levi, aún si este variaba.

¡Por esto él intentó ponerle un alto! ¿Y qué si fue Levi el que inició todo? ¿qué acaso su palabra no valía? Bueno, no es como que él se mostrara tan firme ante sus decisiones, ¡pero Eren realmente lo estaba intentando! Ahora tenía como el triple de remordimiento al saber que estaba siendo infiel a Floch (aunque, temporalmente sólo era una relación falsa), que el azabache le era infiel a Petra y que ellos estaban pasando de un "enamoramiento casual" *por decirlo de alguna forma* a convertirse en pseudo-amigos. Y Eren no quería llegar a eso, jamás se perdonaría perder su amistad con Levi como si fuera sido algo completamente falso, porque no era así. Eran amigos. Unos muy raros y que claramente tenían que trazar algunos límites, pero mejores amigos al cabo.

¿Te he dicho que cuando estás triste arrugas la nariz?.-

Ellos definitivamente eran escalofriantes.

¿Lo hago?.-dijo Eren, tocándosela con los dedos-.

Levi asintió rascándose un ojo con flojera.

Sí, además abultas tus mejillas, eres un bebé.-Eren frunció el ceño, cruzando los brazos sobre su pecho-.

Deja de decirme bebé. Siempre me llamas así.-

Deja de parecerte a uno y asunto arreglado.-cerró los ojos, dispuesto a seguir durmiendo-.

Tú probablemente deberías irte a tu casa.-dijo, sentándose en posición de indio-.

¿Por qué?.-

Es que...-

Eren, ¿estás despierto? Floch está aquí.-la voz de su mamá resonó en el pasillo, congelando a ambos-.Vamos, cariño, no seas tímido.-

Podría molestarse, suegra.-esa era la insegura voz de Floch. Ambos sonaban a unos cuántos pasos de su habitación-.

Oh, por eso.-susurró Levi. El muy bastardo sonreía divertido-.

Eren lo miró aterrado, apurándose a ponerse un bóxer-. ¿Qué diablos haces? ¡Vete por la ventana!.-dijo igual de bajo-.

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