Capitulo 22

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No le costó mucho encontrar a los inconfundibles gemelos Ackerman. Y no fue precisamente por su atractivo, sino porque no era fácil perderlos cuando Rivialle estaba encima de una mesa acostado, tratando de rapear alguna canción de Eminem (tratando y fallando), mientras que Hanji y otro chico con pinta de mesero sostenían a Levi, con los brazos del rubio alrededor de sus hombros. Este reía y gritaba incoherencias mientras los otros dos intentaban con todo mantenerlo de pie a pesar de sus piernas de gelatina.

Incluso viéndolo borracho e inútil, Eren no podía evitar sonreír enormemente. Las mejillas de Levi estaban sonrojadas por el alcohol, su cabello alborotado y, puede que no fuera muy atractivo para el mundo promedio, pero a Eren le fascinaba escuchar sus alaridos bobos y graciosos. Le recordaba porqué lo había elegido a él entre tantas personas para ser su persona favorita.

¿De verdad era tan importante el sentir algo más allá de eso? Sería muy hipócrita de su parte decir que desearía no tener a Levi de mejor amigo. El castaño no podía arrepentirse de ninguna de las cosas que él y ese indeliberado habían hecho. Y si para seguir teniéndolo a su lado debía tragarse esos absurdos sentimientos en lo más profundo de su garganta, pues que así fuera.

Ah, qué estúpido es el amor.

¿Um? ¡Woah, mira Levi, es Eren!.-Rivialle, que en algún momento había llevado su vista hacia él, exclamó maravillado-.

Eren alzó una ceja. Okay, sin dudas estaba el triple de ebrio que hace rato.

Llevó sus ojos hacia Levi. El azabache lo observaba desorientado, como si no tuviera sentido alguno que el menor se encontrara allí.

Eren sonrió tranquilamente, fingiendo que no le sudaban las palmas de las manos. Caminó hacia allí, y cuando Levi captó que no era un espejismo se lanzó hacia él, rodeándolo por el cuello con los brazos.

¡Ererin!.-exclamó, haciendo que Eren alejara un poco su cabeza-.

No me grites, Levisito.-dijo suavemente, aplicando los apodos que al borracho Levi le gustaban-. Ya estoy aquí.-

¡Tardaste siglos, Eren!.-Hanji bufó, viéndose completamente enojada-. ¡No vuelvo a hacer de niñera con estos dos pendejos, así que procura hacer bien tu trabajo de marido y cuidar a tu estúpido nudista!.-

¡Te dije que no soy nudista! No sé qué significa, pero suena feo y no lo soy.-Levi hizo un puchero, ocultando medio rostro en el cuello de Eren-.

El castaño trató de aparentar serenidad, pero era sumamente difícil teniendo la respiración de Levi en su cuello. Le dedicó una sonrisa a Hanji.

Prometo que te compensaré esto, gracias por mantenerlo a salvo.-dijo acomodando a Levi, tomándolo de la espalda-. ¿Puedes sacar a Riv tú sola?.-

Los gemelos Ackerman no eran precisamente delgados o movibles, tenían fuertes hombros, espaldas anchas, piernas fuertes y músculos prominentes, su altura tampoco les ayudaba, fácilmente le sacaban una cabeza y media a Hanji o a Eren.

La castaña cruzó los brazos sobre el pecho y arqueó una ceja con arrogancia.

A diferencia de ti, yo sí sé controlar mi ganado. A Rivialle lo domino con sólo usar la palabra "sexo" o "lencería".-

Eren iba a decir algo, pero el chico al lado de Hanji (del cual hasta ahora había hecho caso omiso) llamó su atención.

¿Él es Eren?.-preguntó ladeando la cabeza. El castaño se limitó a asentir con la cabeza-. Oh, ahora sí entiendo porqué Levi está así. ¡Yo sin dudas me enamoraría de ti, incluso siendo hetero!.-

¿Qué...?.-

¡Martin!.-Rivialle llegó a ellos, tambaleándose-. No diigas eso, ¡yo soy más apuesto que Eren!.-

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