Capitulo III : Recuerdos

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Después de su partida de la aldea, Guts solo vagaba por las montañas nevadas, era una zona que no le inspiraba confianza, sentía pasos detrás de él, además de chillidos, sombras en lo alto de la montaña y un escalofrío que recorría su cuerpo como si lo vigilarán desde varios kilómetros ya.

Pasadas unas 5 semanas esas sombras decidieron hacer su movimiento por la noche mientras esté descansaba, atacaron su pequeño campamento improvisado, despertandolo por el sonido de las trampas que había colocado, en ellas solo calleron dos de sus visitantes, uno murió al instante empalado por las grandes y afiladas cuchillas que coloco, mientras que el otro solo quedó atrapado en la cuerda sin poder moverse.

Tras esto lo atacaron los otros tres monstruos, estaba tan oscuro que no supo de dónde venía el ataque, por tanto solo pudo cubrirse con la Gran Espada deteniendo uno de los ataques, el segundo golpe lo derribo al suelo dejándolo sin su única protección, aún sin poder ver nada corrió en círculos hasta chocar con algo más grande que él, al mirar era un cazador con una antorcha.

-Hola pequeño parece que estás en un apuro. -Dijo lanzando la antorcha y dejando ver aquello que lo perseguía.

Cinco Giapreys, además de su líder, un Giadrome de muy gran tamaño. Este atacó al desconocido con sus garras pero al tocar el suelo el monstruo ya no tenía vida, solo una gran flecha atravesando su cráneo.

Había sido un segundo cazador el cual era una chica muy hermosa y con el pelo plateado que llamó la atención de nuestro protagonista. Parecía que estaban investigando las localizaciones por algo que se avecinaba según decían ellos.

-Ven joven, toma tus cosas y te llevaremos a nuestro campamento. -Dijo la chica mirando fijamente a Guts a los ojos. - Acaso vienes de Pokke?

-Eh ... si, pero no puedo volver ahí. -Dijo Guts con un tono de arrepentimiento y tristeza.

-Oigan después siguen hablando ahora debemos irnos, parece que se aproxima una tormenta. -Dijo señalando al cielo que dejaba de mostrar sus estrellas.

Rápidamente Guts recogió sus pertenencias entre ellas su Gran Espada, cosa que sorprendió a los cazadores, ¿Que clase de niño habían rescatado? Se preguntaron.

Al llegar a su campamento le dieron un poco de sopa para calentar su cuerpo.

-Ten. -Decía la chica mientras le mostraba el palto de sopa recién preparado.

-Gracias. -Tomo la sopa y la soplo un poco. -Por cierto... que vinieron a hacer en estas montañas?

-Pues estamos investigando por cuenta propia sobre unos extraños comportamientos en los monstruos. -Decía la bella muchacha.

-Si se supone que en estas tierras hay un Tigrex pero... no lo hemos podido encontrar.

Al escuchar ese nombre Guts se asusto y soltó el plato de sopa y empezó desesperadamente a mirar a sus alrededores buscando su arma.

-Olle olle tranquilizate. -Dijo el otro cazador haciendo un gesto de calma con sus manos.

Al notar que el joven no se calmaba la cazadora se acercó a él y le dio un abrazo para que esté se relajara y con voz muy suave recordándole a la de su madre dijo...

-Shh shh, ya todo está bien, el peligro se fue. -Decía mientras acariciaba su cabeza.

Tras esto el joven no pudo parar de llorar pues extrañaba a su familia, después de dejar salir toda esa mierda que tenía dentro se sentó y esta vez sí comió sin problemas del nuevo plato de sopa que le había servido.

Después de esto le pidieron que descansará un rato y que mañana lo llevarían a alguna aldea. El se negó, dijo que esto que hacía era algo que debía completar para expiar sus acciones. Después de que la chica lo ayudará a conciliar el sueño salió de la cabaña de acampadas acercándose a su compañero.

Monster Hunter - Berserk - The Lost ContinentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora