𝙼𝙴𝙽𝚃𝙰𝙻 𝙰𝚂𝚈𝙻𝚄𝙼 - [𝚆𝙸𝙽𝚁𝙸𝙽𝙰]

𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟸𝟹.

-Agente del FBI, Shin RyuJin. - la mujer rubia y guapa se presentó. - Me gustaría comenzar el interrogatorio ahora. Prefiero interrogarla a solas, señorita Kim, sin tener a sus colegas en la misma habitación. Si puede pedirle a la señorita Hwang que espere afuera...

-YeJi...

-Puedo escucharla bien, agente Shin. Estaré en la otra habitación. - se acercó a mí. - Si necesitas algo, no dudes en llamarme.

Asentí.

La puerta de la habitación se cerró.

La agente Shin era rubia, con ojos grises, y aunque no era una estrella de cine hermosa, tenía algo atractivo que le haría a cualquier persona querer arrodillarse. Probablemente por la forma en la que se comportaba y el poder radiante de la autoridad.

La habitación también estaba ocupada por dos mujeres más: una mujer pequeña igualmente atractivo y otra más alta. Las detectives Choi y Lee respectivamente.

Me miraban atentamente, como los halcones.

La agente Choi estaba preparada con un IPad, tecleando.

-¿Qué le gustaría tomar? ¿Un poco de agua, té o café? - me preguntó Shin.

-Gracias, pero estoy bien. - dije.

Sabía que iban a traerme toda la cantidad de líquido que solicitará y luego, cuando quisiera ir al baño, lo negarían hasta que la verdad saliera de mi boca.

No iba a dejar que usarán un baño como cebo.

Además, no tenía nada que ocultar.

-Señorita Kim, ¿cuál es su relación con Yoo Karina?

-Fue mi paciente y yo su enfermera asignada. - respondí.

-¿Nada más que eso? - ella preguntó.

-No. - dije.

Rina me había dicho que me amaba, era una atracción que consumía mucho por ambos lados, pero no podía estar segura de lo que Karina pensaba porque era muy manipuladora y lo podría haber dicho para beneficio personal.

Ella era lo suficientemente inteligente como para saber qué tan pronto como saliera de aquella cabaña, estaría aquí rodeada de policías interrogandome y analizandome.

La agente Choi continuó escribiendo en el dispositivo frenéticamente.

-Después de que fue secuestrada, señorita Kim, ¿a dónde la llevó?

-No puedo estar segura porque no estaba consciente. Cuando me desperté, note que estaba en una cabaña, una muy modesta rodeada de montañas y bosque.

Ella asintió lentamente. - ¿Te lastimó?

-No lo hizo. Rina atendía sus asuntos durante el día y regresaba a la cabaña por la noche.