୧ㅤ ۫ ⃝̫ ׅcat꒰ch꒱ me ,, yeongyu ㅤ ͡

✧ . Menos comida 🐈 ◝

Beomgyu lo predijo.

   Ese mismo día Yeonjun vino a él regañando lo y diciendo cosas que realmente no le importaba.

   —Investigué sobre tu raza ¿Sabías que tienes riesgo de engordar? —Beomgyu ciertamente solo quería dormir. Yeonjun era tan sobre protector que incluso era agobiante. No le molestaba, entendía su punto que eso no quitaba que le molestarse un poco.

   —Minhooooo... dile a Yeonjun que deje de molestarme —Beomgyu formó un puchero cuando vio al mayor al entrar al café.

   —¡Minho, dile a Beomgyu que engordara si sigue comiendo así! —el mayor rodó los ojos, aquel par eran como niños. Ambos siguieron parloteando por unos segundos antes de que Minho los interrumpa.

   —Aun no entiendo de qué hablan... —dijo por fin el mencionado.

   —¡Le dije a Yeonjun que soy un Bombay y se ha puesto loco por eso! —Minho formó un "oh" con los labios.

   —En mí defensa, Beomgyu duerme todo lo que puede —Minho rio. El moreno tenía los brazos cruzados y un intento de enojo en el rostro. El azabache por otro lado, miraba al suelo al sentirse intimidado por la mirada de Yeonjun sobre él.

   —No hay problema siempre y cuando hagas ejercicio, o no comas mucho... —habló el mayor. Beomgyu rodó los ojos ¿Todo el mundo se puso de acuerdo para estar en su contra ese día?

   —Para ser sincero... me siento atacado —dijo y chasqueó la lengua.

   —Minho, ya es hora de abrir —Interrumpió Soobin. Minho asintió y fue rápidamente hacía la cocina con Yeonjun detrás, dejando a Beomgyu solo.

    Necesitaba encontrar a Jisung, pero más temprano que tarde una textura muy suave tocó sus pies, al mirar encontró al Angora naranja ronroneando y acariciando la tela de su pantalón. Beomgyu se inclinó a acariciar al gato color algodón de azúcar.

   —Vamos Jisung, tenemos trabajo que hacer —sonrió dulcemente, el Angora siguió ronroneando. Era fantástico sentir la vibración de los ronroneos.

   El azabache debía admitir que Jisung le había caído mejor de lo que se imaginó, fuera de ser muy responsable también era muy callado, eso le agradaba.

   El clima dentro era agradable, emanaba un calor confortable, pero al salir, el clima semi helado lograba calarle el cuerpo, faltaba muy poco para diciembre y todos en la ciudad parecían ya estar muriendo lentamente, por eso acudían al Red Coffee.

   En aquellas épocas del año, el café era bastante concurrido, mientras que en verano tenían una clientela regular.

   Los años que el local había estado en pié hablaban por sí solos, siendo el padre de Taehyun el dueño en sus primeros años, este había llenado de enseñanzas a su entusiasta hijo, con toda la sabiduría que puede significar mantener un café. No fue sino hasta que un joven de cabello profundamente negro de ideas al pequeño y a su padre sobre como renovar el aura del lugar.
   Y con el tiempo se fueron añadiendo personas a la familia... oh bueno, solo Minho y Jisung que al parecer venían en paquete. La puerta se abrió estruendosamente. Minho maldijo, sabía lo que venía a continuación.

   —¡Jisung, necesito contarte algo! —habló el joven Felix con voz animada.

   —Jisung está trabajando, déjalo trabajar —respondió el rubio de cabellos alborotados llamado Hyunjin. Jisung sonrió en el momento que escuchó la voz del menor.

   La mayoría encontraba un poco irritante a Felix, o tal vez era a causa de que todos fuesen unos amargados de primera, él solo era muy alegre. Jisung, Christopher, Hyunjin y probablemente Seungmin eran los únicos quienes tenía, pero especialmente le agradaba el angora porque este lo escuchaba, y porque con Seungmin no tenía confianza aún. Pero bueno, cosas de gatos... Beomgyu apareció de repente, no conocía a aquellas nuevas personas, aunque todos (incluyendo Yeonjun) parecían estar en confianza, así que solo se acercó a escuchar la plática.

   —Veo que hiciste amistad con Felix ¿o estoy equivocado? —mencionó Yeonjun al momento en que abría la puerta de la casa. Beomgyu chasqueó la lengua—, al parecer le caigo bien, tal vez son cosas de gatos—. Ambos se abrieron camino directo a la cocina.

   —Tú también eres un gato ¿recuerdas?

   —A veces siento que soy tan inteligente que no entiendo a mi misma especie —Beomgyu encogió los hombros.