୧ㅤ ۫ ⃝̫ ׅcat꒰ch꒱ me ,, yeongyu ㅤ ͡

✧ . Hora de la verdad 🐈 ◝

El lujoso auto aparco frente al Red Coffee, obstruyendo el paso. Del lado del copiloto salió la figura joven y seria del menor de cabello negro, mientras que del lado contrario, la eminencia cerraba rápidamente la puerta del vehículo con cierto enojo, y del asiento trasero salía el guarda espaldas de confianza.

   Vestían lujosos trajes negros y gafas del mismo color, cualquiera que pase por allí en ese momento pensaría que estaban a punto de sacar armas para lucha contra alienígenas feos. El más alto dio una señal al menor, y ambos entraron al café con aires de superioridad, mientras el tercero recargaba su peso en el auto en señal de que se quedaría a vigilar desde lejos.

   El de cabello gris entró primero, quitándose las gafas al momento de empujar la puerta principal, escuchó la campanita sonar y miró arriba para observar el objeto que sonaba. Metió las gafas en la bolsa de su traje al mismo tiempo que torcía la boca y siguió caminando.

   —Buenos días ¿en qué le puedo ayudar? —escucharon decir a un chico gato de cabello naranja notablemente más pequeño que ellos. Doyun se adelantó a su jefe—. Buscamos a Beomgyu —el chico pareció procesar lo dicho por unos segundos.

   —Él no se... —comenzó a decir, pero la imponente voz del más alto lo cayó en un segundo.

   —¡No huyas! — vociferó el de cabellos grises al ver a Beomgyu haciendo estremecer a los presentes, probablemente este iba a convertirse en gato para poder huir mejor—. Hajoon está afuera, estoy seguro de que no quieres lidiar con él —Beomgyu tragó saliva.

   —¿Cómo...?

   —¿Cómo te encontramos? —rio Doyun—. Cuida mejor el suelo que pisas la próxima vez.

   —Regresemos a la mansión Beomgyu, y hagamos como si esto no hubiese pasado —habló el mayor.

   —¿Y tú quién eres para venir y obligar a MI chico gato a irse contigo? —dijo Yeonjun al momento en el que salía de la cocina con Minho detrás.

   —Legalmente es mío ¿lo sabías? —Beomgyu bajó la mirada al escuchar a Seojoon decir eso, Yeonjun miró al azabache incrédulo, si le estaba ocultando cosas después de todo...

   —Está bien —todos miraron a Beomgyu, este alzó la cabeza y su mirada se tornó penetrante, dirigida al mayor—. Pero no quiero que Yeonjun tenga problemas.

   —Estoy bien con eso —soltó Seojoon mientras colocaba sus gafas otra vez y sonreía con suficiencia.

   Probablemente lloraría llegando a su habitación, si, justamente eso haría, o tal vez Jiho vaya a él apenas sepa que regresó, solo para insultarlo y molestarlo hasta el cansancio, su vida era completamente miserable en la mansión.

   Bajó del auto con la mirada baja, el moreno feo —como Beomgyu le decía—caminaba justo detrás de él, como si leyese su memoria esperando el momento en el que intente escapar de nuevo, rápidamente se transformó en gato y corrió hasta entrar a la gran casa por la puertecita especial para gatos, subió las escaleras a toda la velocidad que su cuerpo gatuno le permitía, y por un momento olvidó que la puerta de su habitación estaba cerrada, así que terminó chocando con esta antes de abrir.

   Su día iba de mal en peor, primero Yeonjun le hacía caer de la cama, luego su dueño legal llegaba con aires de grandeza al café solo para dejar a todos en su contra, y ahora la estúpida puerta decidía ponerse más dura que de costumbre.

   Se transformó en humano y se llevó una mano a su cabeza, hizo una mueca de dolor y siguió masajeando la zona.   Repentinamente escuchó un "miau" cerca, lo cuál lo hizo voltear por todos lados hasta encontrar la fuente de su miseria.

   Rayos. Ahora si no podía tener un peor día.