୧ㅤ ۫ ⃝̫ ׅcat꒰ch꒱ me ,, yeongyu ㅤ ͡

✧ . Cabello naranja y comida 🐈 ◝

—Jisung —llamó Minho—, tengo una idea —el nombrado solo lo miró curioso.

   Oh no...

   Cuando ambos entraron al local antes de abrir, todas las miradas se posaron en ellos, primeramente en Jisung y su repentina nueva imagen, para por fin, en el caso de Taehyun, clavar miradas acosadoras al dueño del gato partícipe de aquel tortura.

   Porque el cabello de Jisung estaba naranja, muy naranja. Así que las quejas hacia Minho no se hicieron esperar.

   —¿¡Cómo te atreves a hacerle eso a Jisung, Minho!? —el pequeño pelirojo gritaba enfadado, era el más molesto ante la situación.

   —Yo creo que se ve lindo —todos los presentes buscaron al dueño de aquel comentario, sorprendidos de que sea Beomgyu quién esté de acuerdo. Jisung le dedicó una pequeña sonrisa.

   —Ese no es el caso Beomgyu, ¿El tinte no es muy fuerte para un gato? —esta vez fue Soobin quien habló.

   —¿¡Me crees tan idiota como para hacer algo que pueda dañar a mi Jisung!? —aquel comentario de Minho estaba lleno de ironía y molestia. Soobin y Taehyun siguieron mirándolo con desaprobación—, está bien... —Bufó—. Existen tintes especiales para personas gato ¿Contentos?

   Todos desistieron, después de todo, Minho era el responsable del cabello rojo del pequeño Taehyun, el cuál a pesar de odiar el color, le encantaba en él.

   El café estaba semi lleno, algo normal los fines de semana, pero para Minho pareciera como si toda la ciudad haya decidido ir al café, ser el único repostero le ocasionaba estrés en sábados y domingos.

   — ¡Yeonjun! —gritó Minho desde la cocina. Escuchó un qué como respuesta.

   —¡Ven aquí! —siguió.

   Yeonjun caminó hasta la cocina, y vio a un Minho muy atareado entre pasteles y hornos.

   —Hoy vas a ayudarme. Sé que siempre te ha gustado cocinar, así que ven aquí —hizo un gesto para que Yeonjun se acercase y continuó explicando.

   Debía admitirlo, los gritos de Minho eran estresantes, pero entre regaños logró aprender algo... Tal vez.

   —Yeonjun... hoy vi que ayudaste a Minho mucho —antes de que Yeonjun se vaya, Soobin pidió hablar con él—, por lo general en fines de semana él se pone... más irritante de lo normal—. Siguió hablando —Si no te molesta, a Taehyun y a mí nos gustaría que te quedes como repostero, y nosotros nos quedamos como baristas.

   —Estoy bien con eso, aunque... Minho me gritó mucho hoy —ambos rieron.

   Al llegar a casa, tanto Yeonjun como Beomgyu estaban agotados, Jisung le había advertido al chico gato que en días como esos, la cosa se ponía seria. Pero igual, había sido entretenido.

   —Yeonjun... tengo hambre —Beomgyu hizo un puchero.

   —Ok, prepararé espagueti. Tú ve a ducharte —Yeonjun se dirigió a la cocina, Beomgyu hizo cara de asco, odiaba bañarse y odiaba el agua, pero dos días antes Yeonjun amenazó con bañarlo con una manguera si no aceptaba bañarse por sí solo. Así que mejor cedió.

   Yeonjun no había ni apagado la estufa cuando Beomgyu ya se había servido una porción gigante de comida. Con una toalla en su cabeza, y gotitas cayendo del cabello que esta no cubría.

   —Deberías cocinar diario Yunnie, tu comida es estupenda —admitió Beomgyu al momento en el que enrollaba el tenedor entre los fideos y se los llevaba a la boca.

   Beomgyu amaba la comida de Yeonjun, bueno, amaba la comida en sí, pero más la de Yeonjun. El azabache incluso había pensado que él y el alto se complementaban perfectamente, a él le gustaba la comida, y Yeonjun cocinaba de maravilla, él era tranquilo, perezoso y muy relajado, Yeonjun por otro lado era muy energético, amaba la limpieza y se estresaba fácilmente, Beomgyu en las tres semanas que había estado con Yeonjun, notó que en sus días de descanso no lograba dormir temprano así que el gato procuraba jugar con él en su forma gatuna (o incluso humana) para intentar drenarle la energía hasta que se canse y pueda dormir.

   Pero había algo en especial que amaba, Beomgyu amaba cantar baladas corta venas, y Yeonjun gustaba de sentarse a su lado para escucharlo cantar.