𖥔ㅤ ─── txt adaptation.
Él creyó haber adoptado a un común y corriente gato.
No podía estar más equivocado.
✧ ; se hara mención de otras parejas aparte de la principal.
✧ ; kitty! AU.
✧ ; fanfic romántico, cute y lleno de fluff.
✧ ; esta es una ada...
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Doyun apretó los botones del teléfono lo más rápido que pudo, marcando finalmente el número de su jefe. El característico tono de llamada se hizo oír para después ser contestado.
—¿Señor Park? —el joven se escuchaba desesperado, su tono de voz subió varios tonos por encima del normal.
—No, meow... —se escuchó del otro lado de la línea, el pelinegro comenzaba a impacientarse.
—Joder Jiho, necesito a Seojoon —escuchó un "okey" como respuesta, seguido de ruidos y la gruesa voz de su jefe.
—¿Doyun...?
—Escúcheme, vi a Beomgyu —pudo jurar que sabía exactamente la cara que su jefe tenía en esos momentos.
—Lo vi esconderse detrás de un chico alto, pero juro por Dios que era él —silencio sepulcral, durante unos minutos se escuchaba ruido muerto, si Doyun no conociera bien a Seojoon diría que se hubiese desmayado.
—Necesito traerlo de vuelta —respondió por fin.
Los juegos del hambre apenas comienzan, querido Beomgyu.
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—¿Estás bien, Beomgyu? Te veo distraído —comentó el pelinaranja, el azabache había estado actuando raro, y eso le preocupaba.
Al salir caminando en la mañana, juró haber visto a lo lejos a quien menos quería en ese momento, intentó ser lo más discreto posible y escondió su rostro detrás de Yeonjun esperando que la altura de este fuese la suficiente para cubrirlo.
Debía despejarse en serio, tal vez no fue a Doyun a quién vio, pero esa cara de pocos amigos no es tan fácil de confundir, tal vez estaba alucinando, si, seguramente eso era...
Jisung pasaba una mano frente a la mirada de Beomgyu, quien parecía estar en un trance consigo mismo, sin notar el movimiento, pero después de unos segundos, el menor pareció darse cuenta y pegó un pequeño brinco, el angora comenzó a reír y el azabache lo miró con cara de asesino.
—¿En qué tanto piensas? Me tienes muy preocupado —Jisung no se iría de allí sin una respuesta.
—¿Eres bueno guardando secretos? —el pelinaranja asintió—. ¡Juralo con la garrita! —Beomgyu alzó su meñique, el contrario rodó los ojos y juntó ambos dedos.
