13.- Película

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—¡¿Porqué estás debajo de la cama?! ¿cuánto tiempo llevas ahí? no me digas que toda la semana, qué vergüenza que escucharas mis ronquidos y gases nocturnos. A veces hablo mientras duermo y ni hablar de mis necesidades eróticas...

—Acabo de llegar. —respondió.

—Olvida todo lo que acabo de decir. Sobre todo lo último, yo no me toco ni nada de eso, iugh. —Ya era muy tarde. Qué pena que no se te dé mentir. —Por cierto, me da curiosidad, ¿dónde has estado durmiendo?

—En la casa de en frente. —Apuntó desde la ventana y te asomaste al notar personas afuera.

—¿Porqué hay una ambulancia? no, creo que son... ¿forenses?

—Oh, sí, ya no tienes vecino. —avisó como si fuese cualquier cosa.

—¿Qué hiciste?

Flashback rapidito.

—Oye, tú, ¡fuera de mi jardín! —gritó un anciano agitando su bastón para ahuyentar a Illumi hasta que una aguja se clavó en su corazón, causándole un infarto.

Fin del flashback.
(Les dije que era rapidito)

—Que en paz descanse el señor... eh... no recuerdo cómo se llamaba, pero una vez me regaló una gallina. Mamá la hizo caldo. —recordaste amargamente.

El perrito gruñó enojado al darse cuenta que Illumi fué el causante del desorden de anoche.

—Ya, ya, Koko, no volverá a pasar, supongo... —susurraste cargándolo— Vamos, hagan las pases, dale la patita.

Koko le muerde la mano a Illumi y este no hace nada al respecto.

—¡No! ¡Koko malo! ¡suéltalo! —jaloneaste hasta separarlo.

—Sus mordidas son como suaves apretones.

—¡Lo siento! Será difícil que se lleven bien, pero con paciencia y cariño puede que lo logres.

—¿Paciencia? ¿cuánto debo esperar?

—Es una forma de decirlo, no hay definición de tiempo para que alguien te quiera, podría ser hoy, mañana o nunca.

—¿Qué puedo hacer para que me quieras?

—Eh, ¿yo? bueno, depende del sentido en que pienses, como amigos, como conocidos, como novios.

—Como novios.

—Eso es difícil de responder, he intentado salir con muchas personas y soy alguien imposible, no encajo con nadie, soy un bicho raro.

—Hace días dijiste que querías que te demostrara afecto, así que le pedí consejos de conquista a un compañero de trabajo.

Flashback.

—Hisoka, ¿qué hago para que mi pareja me quiera?

—¿Qué? ¿tienes pareja? ¿desde cuándo?

—No lo es aún, pero va a serlo.

—Oh~♥ ¿quieres consejos de seducción? has llegado al lugar indicado.

Fin del flashback.

—Me dijo que debía enviarte flores, darte dulces e invitarte a salir. —explicó mientras se comía los dulces.— ¿Cuál es tu respuesta?

—Oye, Illumi, aprecio lo que hiciste, sé lo que tratas de transmitir con tu... extraña forma de ser, pero... ¡convertiste en zombies a varias personas que entraron a la fuerza a mi casa, rompieron una ventana, asustaron a Koko y mataste a mi vecino! ¡Obviamente no quiero salir contigo, me van a meter a prisión creyendo que soy tu cómplice! —respiraste profundamente, calmandote antes de seguir hablando— ¿Quieres ver una película? tengo palomitas con mantequilla y acarameladas.

—Me gustan con salsa de tomate.

—Eres todo un caso...

Illumi Zoldyck era incapaz de romper el hielo y lo sabías, pero tenía la voluntad de aprender, lo cuál era inusual en su comportamiento.

Decidiste empezar a encaminarlo con tu experiencia, eligiendo una clásica película de terror para ver en pareja.

—¿Quién es él? —señaló Illumi con una botella de vino en la mano mientras comía palomitas con ketchup.

—Ese es el asesino.

—¿Porqué se disfraza?

—Para ocultar su identidad, ¿nunca has hecho eso en tu trabajo?

—Sí, uso agujas para modificar mi rostro.

—Uy, si te pido que me respinges un poco la nariz, ¿puedes hacerlo?

—Sí puedo, pero no lo haría. Creo que es perfecta como se ve.

La oscuridad de la sala de T.V no permitía que Illumi notara que te habías sonrojado por su respuesta. Volviste a prestar atención a la película para encontrarte con una escena de sexo.

—Típico. —Comentaste tratando de desviar la atención. —La pareja que es asesinada después de tener relaciones.

—Hagamos eso. —dijo mirándote con sumo interés.

—¿A...acaso no oíste? ja, ja —Reíste a causa de los nervios. —A los que tienen sexo los asesinan...

—¿Y qué pasa si el asesino es con quien tienes sexo?

Tragaste saliva disimulando calma para no responder la pregunta. El momento se había vuelto tenso de repente y comiste palomitas como excusa.

Illumi se reía a carcajadas cada vez que alguien moría, para él, era una comedia.

A media película, un screamer ruidoso te tomó por sorpresa, causándote un gran susto que te hizo subir los pies al sofá.

—¿Tienes miedo?

—No. —contestaste abrazando tus rodillas.

—Estas temblando.

—Hace frío. —Pusiste como excusa haciendo que Illumi arqueara una ceja, pues sabía que estabas mintiendo.

Tomó el control y apagó la pantalla de golpe. Apenas reaccionaste pensando que se había ido la luz de nuevo.

Y sentiste sus labios rozando tu mejilla, relajando tu cuerpo, erizando tu piel. Un inesperado beso que se repitió más cerca de tus labios, hasta que fué evidente para ambos el permiso mutuo para compartir su primer beso. 

Guiarlo pudo haber sido la tarea más fácil debido a tus anteriores experiencias.

Nunca pensaste en lo rápido que se adaptaba un asesino a cualquier sensación, hasta que te tuvo bajo su merced, dominando tu boca posesivamente.

Felicidades, has desbloqueado un nuevo modo en Illumi Zoldyck.

¿Quién duerme en mi patio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora