Su hermano la miraba y luego la volvía a mirar, el pelirrojo estaba algo pasmado por la manera de su linda hermanita decirle aquello, la persona que consideraba ser una chica fría pero era por su timidez que no le permitía decir lo que en verdad sentía.
—¿Qué hiciste qué? —Los ojos dorados de Akaza se fijaron en los grises de su hermana.
—Lo que oíste, le envíe una carta a mi crush. —El pelirrojo pestañeó ante la firmeza que la chica decía aquello, ella quien a penas podía usar un celular.
—¿Sabes que existen más vías para hablar con él? No estamos en el siglo antepasado Risu. —La chica rodó los ojos tomando su segunda taza de café en el día y apenas eran las diez de la mañana, su hermano se la pasaba diciendo que tenía que socializar, pero en cambio ella enviaba una carta—. De verás que a veces me cuesta creer que eres mi hermana, la historia de la adopción me parece que tenía más sentido.
Risu le lanzó una almohada al pelirrojo que le dio de lleno en la cara, como si su hermosa cara de modelo se fuese a dañar por un almohadazo.
—En primer lugar sabes que este aparato. —Ella señaló su celular—. Y yo, no nos llevamos para nada bien, a penas se llamar los mensajes de texto me parecen rídiculo. —Claro porque la señorita siglo IX le veía más romántico escribir cartas que hablar por su móvil directamente.
—Hermanita, hermanita ¿por qué tengo qué estar rodeados de introvertidos? ¿Es qué ninguno de mis hermanos pueden ser personas alegres y sonriente? —Uno de los gemelos alzó la mirada de la tv, notando como su hermano mayor trataba a la menor.
—Eso es herirme Aka-nii. —Le dijo el chico haciendo un leve puchero.
—Solo concéntrate en redactar el informe para mañana Muichiro. —Le habló el pelirrojo poniendo su taza de café sobre la mesa.
Risu se encontraba en la cocina terminando de hacerse un sandwich y mirar a sus hermanos menores quiénes hacían un informe de una película para su clase de literatura, a veces ella también deseaba ir a los días donde era estudiante de preparatoria y su principal objetivo era al menos aprobar las asignaturas de química y matemáticas que era lo que se le daba fatal.
—Por eso te dije que debías hacerlo cuando lo estaba haciendo ayer —habló el gemelo del chico.
—Ya el problema que tú la analizas demasiado Yuichiro. —Yuichiro rodó sus ojos y los clavó en su hermana quién comía su sandwich.
—¿Otra vez? —Ella lo miró extrañada sin entender a que venía la pregunta.
—Otra vez —respondió Akaza terminando de beber el café.
—¿Otra vez qué? —preguntó la chica sin saber de qué sus hermanos estaban hablando, ella no entendía hasta que Yuichiro se sentó con Akaza en la mesa.
—Otra vez estás contándole tus problemas amorosos a nuestro hermano, deberías madurar y decirlo en la cara Ri-nee. —Ahí estaban las palabras que no quería oír.
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Cartas «Uzui Tengen»
Fiksi PenggemarEsas hermosas cartas que él va a atesorar con su vida, no había manera que una chica le pudieses llegar tanto al corazón, solo había un problema. la identidad de aquella misteriosa joven era un misterio total. De aquella chica sólo sabía que le gust...