—Dame una pista Harumi, por nuestra amistad de años. —Ella estaba disfrutando de lo lindo con aquello, los ojos de color rosado rojizo la miraban una y otra vez, si para tener a Tengen rogando ante sus pies tenía que haberse acostado con Akaza antes, lo hubiese hecho.
—No le prometí que no te diría nada, aunque si aceptarás modelar en esta colección mía me lo pensaría. —El peliblanco la miró enojada—. Vale que es broma pero en serio no puedo decir nada Tengen. —Sus ojos se pasaron hacia su mesa de diseño y las telas desparramadas sobre ella, quería que saliese bien, que fuese perfecto y para ello las dos chicas y los dos chicos que hacían de sus modelos podían servir.
—No te ando pidiendo que me digas quien es, solo que me des una pista. —La pelirroja lo miró y luego devolvió la vista al maniquí con el traje a medio hacer
—Resuelve tus propios problemas Tengen, yo también tengo los míos ¿No te cabe pensar que ando atrasada? Tengo que presentar doce conjuntos y nada más tengo seis y medio. —La pelirroja estalló, no le gustaba que su amigo le presionase, pero tampoco que le dijera que hacer.
Había quedado involucrada entre el fuego cruzado de las palabras de la chica, en esos momentos más que gracia la situación le producía un enorme dolor de cabeza. La puerta del lugar de trabajo de Harumi se abrió de golpe, tanto ella como Uzui miraron a los recién llegados, el pelirrojo quién traía un vaso de café para la diseñadora y la hermosa azabache, los ojos de Uzui recayeron en su amiga de la infancia.
—Llegaron, ya me estaba muriendo del dolor de cabeza. —Les habló a ambos y le quitó la bebida de las manos a Akaza.
—¿Que ayudas necesitas Haru-san? —Uzui la miraba fijamente y ella solo bajaba la mirada algo mal, sus ojos eran demasiado intensos.
—Acomodar telas, cortar y esas cosa. —Se dirigió hacia su alacena con los colore de muchas telas—. ¿Vas a quedarte a ayudar o vas a irte? —Uzui no se lo pensó, decidió quedarse, era su amiga y le debía un favor, además podría hablar con la azabache.
—Te dije que te iba a ayudar, no te pongas agresiva y me eches. —Le habló como siempre la trataba, no quería que un modelo y una escritora la ayudaran cuando aún estaba él, su amigo de la infancia y la persona que creció con ella.
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Cartas «Uzui Tengen»
Hayran KurguEsas hermosas cartas que él va a atesorar con su vida, no había manera que una chica le pudieses llegar tanto al corazón, solo había un problema. la identidad de aquella misteriosa joven era un misterio total. De aquella chica sólo sabía que le gust...